Jornadas de reflexión

A falta de poco más de 48 horas como nos recuerda una cuenta atrás de Gol Televisión, por lo visto hay muchas dudas en los onces que pueden presentar Barça y Madrid en el clásico del lunes.
Se habla si Mourinho puede sacrificar a Di María o Özil para meter más músculo en la forma de Lass Diarra o si será Guardiola quien se cague e introduzca a Keita o Mascherano para reforzar la medular en detrimento de Pedro.
No puedo concretar cuál de los dos saldría más perjudicado con los citados cambios, pero me parecen una barbaridad absoluta.
Desde la opinión del aficionado, podría parecer que quien retoque su esquema, tendrá ya algo perdido.
Y el juego de los blancos no lo tengo tan visto pero a los blaugrana sí y excluir al jugador canario debería ser motivo como mínimo de sanción pudiendo llegar hasta al despido por causas objetivas. Un jugador que está en estado de gracia, que trabaja hasta la extenuación y que encima no ha acusado el ponerse el listón la temporada pasada a una altura que era imposible de volver a alcanzar no puede asistir al clásico desde el banquillo.
Para mí, el sistema es el de siempre y sólo hay dos posiciones donde podría haber competencia. En el lateral zurdo entre Abidal y Maxwell y el centrocampista de contención que podría ser para Busquets o Mascherano.
Deseo por el bien del espectáculo que jueguen con todo y se vea un espectáculo protagonizado por los goles (obviamente, mucho mejor si son nuestros). No hablaremos de lluvia de tantos ya que me temo que con la lluvia meteorológica iremos más que servidos.

Aprovecho ya de paso para destacar la generosidad con la que juega el Villarreal ya que he visto un ratito del repaso que le ha dado al Zaragoza en feudo maño.
Un equipo relativamente pequeño que tenga la osadía de jugar descaradamente al ataque y mimando la pelota a base de tocar y tocar es digno de aplauso.
Más aún cuando no renegaron de sus principios ni tan solo en la visita al Camp Nou.
Pues eso, que muchas felicidades para Garrido y su apuesta por la cantera que se sigue viendo es lo que puede sacar de aprietos económicos a los clubes.
Eso o dedicarse como el Arsenal a la rapiña de jóvenes talentos que destaquen en los filiales de otros grandes.
A Wenger, entrenador de los gunners que nunca gana nada, parece que le ha mandado un recadito Mourinho por hablar de las autoexpulsiones en Champions de los jugadores blancos.