El sábado pasado me desplacé hasta la Garrotxa para disputar un trail del que la verdad tenía pocas referencias.
Algunas de ellas, encontradas en foros, cuestionaban si era más interesante el calzar bambas de montaña o si con las de entrenamiento de asfalto (como si yo diferenciase entrenamiento de competición) ya serviría.
Tras haber estado por la comarca el pasado otoño y comprobar los buenos caminos que transitaban por la zona de la Fageda d'en Jordà, sigo sumando elementos para el equívoco con el que al final me acabo topando.
Con la habitual intención de servir al pueblo, intentaré ayudar a quien en otras ediciones vaya un poco perdido (si llega a este blog es que va muy perdido).
De hecho, yo me inscribo a una carrera de 29 kilómetros que acaba siendo de 32 debido a una modificación en el acceso a uno de los puntos más altos del recorrido.
A lo que iba. Como no me fío demasiado de los foros y además hace calor, voy eliminando dudas y calzo bamba de montaña y me cuelgo la mochila con una botella de medio litro (a dios gracias).
Arrancamos en el inicio de la fageda con una exuberante vegetación. Como aún pensaba que sería un paseo por el campo, sólo faltaría la voz en off de David Attenborough en un documental de la BBC recordando cómo ha mudado el bosque desde los tonos ocres del otoño al universo de verdes de la primavera.
Para hacerlo aún más bucólico, entrada por la zona de la fábrica de yougures La Fageda donde las vacas pastan tranquilamente en su establo mientras suena música clásica (ojo, que es verídico).
Primer avituallamiento sólo de agua que aún me reafirma más en que aquello es poca cosa y máximo en tres horas y media lo tengo ventilado.
Pero al poco empezamos a entrar en materia con un sube-baja continuo que según la página oficial acumula 1.500 metros de desnivel positivo y cuya dificultad se ve acentuada por la inexistencia de un avituallamiento justo antes de la subida más dura del recorrido.
O sea, que desde el precioso enclave de Santa Pau nos encontramos que atravesaremos diez kilómetros muuuuuuy largos sin poder reponer las existencias de líquido.
Gracias a este error, llego al alto de Sant Abdó i Sant Senén con un pajarón de impresión.
Allí y con la ayuda de un par de vasos de coca-cola, unos puñados de revuelto de frutos secos y algunas chuches resucito al menos lo suficiente como para llegar hasta la meta tras alguna contractura del abductor de la pierna izquierda.
En resumen: una carrera con un recorrido precioso y unas vistas espectaculares pero de una dureza importante al menos para un competidor del percentil 80 tras 4 horas y 33 minutos. Claro que eso no es muy complicado teniendo en cuenta que había 200 inscritos y 163 finalizados.
miércoles, 20 de mayo de 2015
domingo, 18 de enero de 2015
V Marató de Tarragona
Como el nombre oficial de Marató Costa Daurada Tarragona 2017 se me hace un poco farragoso, he decidido acortarlo para el título de la entrada.
Hace unos meses cuando llegó la oferta de 24 o 48 horas para apuntarse por 27 € a una maratón, hizo falta una asamblea familiar de unos 10 segundos para decidir que haríamos noche los cuatro en el hotel oficial de la prueba. Este ofrecía un precio excelente aportando el justificante de la inscripción incluyendo además la opción de aparcar el coche y de hacer el domingo el late check-out a las 16 horas.
Esta mañana desayuno abierto a las 6 de la mañana. Yo bajo hacia las 6'15 para compartir comedor con Chema Martínez y María Vasco. Vamos, en plan élite total.
Debo destacar las buenas sensaciones que me ha transmitido el Chema como persona además de como atleta. Todo sonrisas y amabilidad incluso en carrera. Cuando se ha cruzado con nuestro grupo y ante la cerrada ovación, le ha faltado hacer un caballito.
Me tomo un zumo, un café con leche y una tostada enorme de mantequilla y mermelada de fresa para acabar rematándolo todo con un vaso de Aquarius y robando un plátano para después.
Hacia las 7'30 bajo tranquilamente hacia la zona de salida para recoger el dorsal sin agobios. Somos 1600 los inscritos entre la prueba de los 42 kms, una de 30 y una de 10.
Hay como dos hangares. Uno habilitado para la recogida de dorsales y otro como guardarropa. Ni que decir tiene que a diferencia del sacacuartos de Barcelona, te dejan estar allí dentro tan a gustito ya que fuera la temperatura es baja.
Yo llevaba la mochila con un fondo de armario impresionante de prendas deportivas. Opto en un principio por manga corta, manguitos, guantes, pantalón corto de atletismo y pantorrilleras además de mi inseparable buff. Como quiero llevar una barrita por si me entra hambre y los pistachos amenazan con atravesarme la carne, me cambio por uno corto de trail de los que llevan setenta bolsillos.
Me quedo dentro a esperar que se acerque el momento de la salida sentado tranquilamente en una de las camillas de masajes.
A la hora de la salida y como ya había decidido de antemano, me pego al guía o pacemaker de las 3 horas 30 minutos a sabiendas que llegaré por detrás de él y la verdad es que disfruto profundamente del hecho de ir en pelotón resguardado y sin mirar demasiado el reloj.
En el 12 que sé que estarán mis chicas y aún están las piernas frescas, hago un alarde de poderío y me voy por delante para lucir bien en las fotos y poder lanzar los guantes que me han durado puestos escasos 2 kilómetros y es hacia el 25 cuando decido que mi aventura en grupo ha finalizado ya que va como a tirones.
Una pequeña crisis al circular por el litoral marítimo del puerto y su aspecto apocalíptico que me hace pensar lo bien que estaría yo en la de 30 kilómetros.
Me recupero y voy a gusto cuando un conocido que va por detrás me alerta de que viene lo peor.
Yo lo tomo como una advertencia de perogrullo. En maratón, a partir del 30 viene lo más duro. Efectivamente.
Pero no, aquí toma un cariz diferente cuando se empieza una sucesión infernal de subidas y bajadas que dura aproximadamente diez kilómetros y que llega hasta el kilómetro 40 donde la verdad es que me encuentro con bastantes fuerzas para llegar hasta la línea de meta.
Conclusión: el recorrido es mejorable porque aparte de la dureza final, hay bastantes tramos con giros de 180 grados y otros que se estrechan dificultando la marcha.
Eso sí, suplido con creces con la predisposición de los voluntarios. Nunca había visto lo de los patinadores que en lugares donde no hay avituallamiento te ofrecen comida, bebida, reflex, ... Espectacular.
Para los amantes de las cifras: tiempo 3:36:40, posición 269 en la general.
Ahora me queda decidir el siguiente objetivo. En principio todo apunta a Duatló de Vic así que tengo que sacar el alter ego ciclista de Percherunner que no es otro que Lousy Rider.
Hace unos meses cuando llegó la oferta de 24 o 48 horas para apuntarse por 27 € a una maratón, hizo falta una asamblea familiar de unos 10 segundos para decidir que haríamos noche los cuatro en el hotel oficial de la prueba. Este ofrecía un precio excelente aportando el justificante de la inscripción incluyendo además la opción de aparcar el coche y de hacer el domingo el late check-out a las 16 horas.
Esta mañana desayuno abierto a las 6 de la mañana. Yo bajo hacia las 6'15 para compartir comedor con Chema Martínez y María Vasco. Vamos, en plan élite total.
Debo destacar las buenas sensaciones que me ha transmitido el Chema como persona además de como atleta. Todo sonrisas y amabilidad incluso en carrera. Cuando se ha cruzado con nuestro grupo y ante la cerrada ovación, le ha faltado hacer un caballito.
Me tomo un zumo, un café con leche y una tostada enorme de mantequilla y mermelada de fresa para acabar rematándolo todo con un vaso de Aquarius y robando un plátano para después.
Hacia las 7'30 bajo tranquilamente hacia la zona de salida para recoger el dorsal sin agobios. Somos 1600 los inscritos entre la prueba de los 42 kms, una de 30 y una de 10.
Hay como dos hangares. Uno habilitado para la recogida de dorsales y otro como guardarropa. Ni que decir tiene que a diferencia del sacacuartos de Barcelona, te dejan estar allí dentro tan a gustito ya que fuera la temperatura es baja.
Yo llevaba la mochila con un fondo de armario impresionante de prendas deportivas. Opto en un principio por manga corta, manguitos, guantes, pantalón corto de atletismo y pantorrilleras además de mi inseparable buff. Como quiero llevar una barrita por si me entra hambre y los pistachos amenazan con atravesarme la carne, me cambio por uno corto de trail de los que llevan setenta bolsillos.
Me quedo dentro a esperar que se acerque el momento de la salida sentado tranquilamente en una de las camillas de masajes.
A la hora de la salida y como ya había decidido de antemano, me pego al guía o pacemaker de las 3 horas 30 minutos a sabiendas que llegaré por detrás de él y la verdad es que disfruto profundamente del hecho de ir en pelotón resguardado y sin mirar demasiado el reloj.
En el 12 que sé que estarán mis chicas y aún están las piernas frescas, hago un alarde de poderío y me voy por delante para lucir bien en las fotos y poder lanzar los guantes que me han durado puestos escasos 2 kilómetros y es hacia el 25 cuando decido que mi aventura en grupo ha finalizado ya que va como a tirones.
Una pequeña crisis al circular por el litoral marítimo del puerto y su aspecto apocalíptico que me hace pensar lo bien que estaría yo en la de 30 kilómetros.
Me recupero y voy a gusto cuando un conocido que va por detrás me alerta de que viene lo peor.
Yo lo tomo como una advertencia de perogrullo. En maratón, a partir del 30 viene lo más duro. Efectivamente.
Pero no, aquí toma un cariz diferente cuando se empieza una sucesión infernal de subidas y bajadas que dura aproximadamente diez kilómetros y que llega hasta el kilómetro 40 donde la verdad es que me encuentro con bastantes fuerzas para llegar hasta la línea de meta.
Conclusión: el recorrido es mejorable porque aparte de la dureza final, hay bastantes tramos con giros de 180 grados y otros que se estrechan dificultando la marcha.
Eso sí, suplido con creces con la predisposición de los voluntarios. Nunca había visto lo de los patinadores que en lugares donde no hay avituallamiento te ofrecen comida, bebida, reflex, ... Espectacular.
Para los amantes de las cifras: tiempo 3:36:40, posición 269 en la general.
Ahora me queda decidir el siguiente objetivo. En principio todo apunta a Duatló de Vic así que tengo que sacar el alter ego ciclista de Percherunner que no es otro que Lousy Rider.
domingo, 11 de enero de 2015
Percherunners
Long time no see que dirían los americanos o mucho tiempo sin vernos que diríamos nosotros.
Redacto una entrada con la finalidad exclusiva de registrar otra palabra inventada por mí como es la que da nombre al título.
Al googlearlo me he asustado porque había una entrada en italiano que creo entender que pregunta por qué los runners algo.
Pero no, parece ser que será una palabra única de este blog.
¿Y qué es un percherunner? Pues muy sencillo, es la fusión del caballo percherón con el runner.
¿Y qué requisitos debe cumplir? Básicamente no hacer series e intentar no bajar de 40 minutos en los 10.000 metros.
Alguno pensará que esto es como la fábula de la zorra con las uvas pero no.
A la pregunta de si a un percherunner le gustaría ser más rápido la respuesta debiera ser sí pero la genética no le ha dotado de esos recursos y se conforma en mayor o menor medida con lo que tiene.
Si se le indica que debiera hacer series para mejorar sus tiempos, en función de su educación o hartazgo contestará con un "ya veremos" o con un "las series que las haga tu puta madre".
Eso es todo.
Aprovecho para enviar un saludo a mis dos compañeros percherunners puros con los que hemos rodado esta mañana (Ángel y Óscar) y para recordar que la semana que viene hago la Marató de Tarragona que como es territorio desconocido, espero escribir una crónica en condiciones.
Redacto una entrada con la finalidad exclusiva de registrar otra palabra inventada por mí como es la que da nombre al título.
Al googlearlo me he asustado porque había una entrada en italiano que creo entender que pregunta por qué los runners algo.
Pero no, parece ser que será una palabra única de este blog.
¿Y qué es un percherunner? Pues muy sencillo, es la fusión del caballo percherón con el runner.
¿Y qué requisitos debe cumplir? Básicamente no hacer series e intentar no bajar de 40 minutos en los 10.000 metros.
Alguno pensará que esto es como la fábula de la zorra con las uvas pero no.
A la pregunta de si a un percherunner le gustaría ser más rápido la respuesta debiera ser sí pero la genética no le ha dotado de esos recursos y se conforma en mayor o menor medida con lo que tiene.
Si se le indica que debiera hacer series para mejorar sus tiempos, en función de su educación o hartazgo contestará con un "ya veremos" o con un "las series que las haga tu puta madre".
Eso es todo.
Aprovecho para enviar un saludo a mis dos compañeros percherunners puros con los que hemos rodado esta mañana (Ángel y Óscar) y para recordar que la semana que viene hago la Marató de Tarragona que como es territorio desconocido, espero escribir una crónica en condiciones.
lunes, 16 de junio de 2014
VIII Marxa del Cap de Rec
Tercera participación en esta marxa de las cuales dos en su formato original.
Digo esto porque el año pasado y coincidiendo con mi huelga indefinida de escritura en plan personal laboral de Panrico vimos profundamente modificado el itinerario por culpa de las persistentes nevadas que se habían producido hasta pocas semanas antes de la prueba. Una pena y un alivio ya que la diferencia es abismal.
A lo que iba. Después de hacerla hace dos años, me prometí a mí mismo que el Perafita y yo saldaríamos cuentas yendo yo armado de dos bastones. El resultado final como no podía ser de otra manera, es que me ha vuelto a vapulear.
A la tercera va la vencida y encuentro el equilibrio justo entre la hora de levantarme y la de llegada a la zona de salida para recoger la tarjeta de paso.
En el coche me cambio y me como unas cuantas galletas de esas rellenas de mermelada. O sea, pims pero del lidl y viendo el fresquito que hace, estoy con el cortavientos que después llevaré en la mochila (just in case) justo hasta antes de salir donde me pongo una de las prendas estrella de mi armario atlético: los manguitos.
Arrancamos con el amanecer en descenso a Viliella donde aprovecho para coger energías con chocolate y coca (de la de comer, claro).
No seguiré con la explicación del recorrido ya que eso queda mucho más claro en las definiciones del recorrido de la página web de la marxa.
Sí puedo insistir en la belleza del primer ascenso que lleva hasta cerca de 2.500 metros y de la cual adjunto una foto donde se puede constatar que en no menos de tres pequeños tramos hemos transitado sobre la nieve.
Total, que yo voy regulando y guardando fuerzas con la excusa de que lo que queda por delante es durísimo y aprovecho para hacerme el chulo y el experto explicando a quien me quiere oír que hay que tener mucho respeto a lo que resta (bueno, la verdad es que sólo se la explico a un compañero que va transitando con su mujer).
Con estas premisas, llego al avituallamiento de Andorra con la sensación de llevar las piernas bastante mejor que en la edición de 2012 y tras echar unos 8 minutos comiendo y bebiendo a saco, continúo mi camino que me lleva al inicio del puerto del Perafita. Primer tramo de ascenso de unos 5 kilómetros con 1.000 metros de desnivel, tomar aire en el refugio y seguir unos 2 kilómetros para sumar unos 500 metros más de desnivel. Vamos, para cagarse.
Sobre todo en la primera parte me encuentro mucho más entero que en la anterior edición aunque la final ya es de una agonía total y cuestión de ir a pasitos pequeños para no disparar las pulsaciones. Yo no llevo pulsómetro pero cuando uno acelera, el corazón empieza a retumbar por todo el cuerpo como un tambor.
Sólo queda ya coronar, un descenso infernal y unos kilómetros cómodos donde apenas puedo arrancar a correr.
El resultado final de 10 horas y 14 minutos me sorprende en parte ya que a pesar de haber reservado, mi marca era de 9 horas y 51 minutos. Hasta hoy no compruebo que según mis relojes, la edición de este año tiene unos 700 metros de diferencia lo que depende de la zona pueden ser desde cuatro hasta veinticinco minutos.
Cualquier obstáculo en un camino puede hacer que haya que variar la ruta y salga una diferencia en la medición de la prueba.
Emplazamiento publicitario: Tengo que probar si el refresco de cola del Carrefour sabe tan bueno cuando uno no lleva el cuerpo dando alertas y aprovecho para recomendaros unas barritas de cereales y chocolate de la misma marca que están buenísimas y que me comí a falta de un par de kilómetros para meta cuando ya no podía aguantar el hambre.
Digo esto porque el año pasado y coincidiendo con mi huelga indefinida de escritura en plan personal laboral de Panrico vimos profundamente modificado el itinerario por culpa de las persistentes nevadas que se habían producido hasta pocas semanas antes de la prueba. Una pena y un alivio ya que la diferencia es abismal.
A lo que iba. Después de hacerla hace dos años, me prometí a mí mismo que el Perafita y yo saldaríamos cuentas yendo yo armado de dos bastones. El resultado final como no podía ser de otra manera, es que me ha vuelto a vapulear.
A la tercera va la vencida y encuentro el equilibrio justo entre la hora de levantarme y la de llegada a la zona de salida para recoger la tarjeta de paso.
En el coche me cambio y me como unas cuantas galletas de esas rellenas de mermelada. O sea, pims pero del lidl y viendo el fresquito que hace, estoy con el cortavientos que después llevaré en la mochila (just in case) justo hasta antes de salir donde me pongo una de las prendas estrella de mi armario atlético: los manguitos.
Arrancamos con el amanecer en descenso a Viliella donde aprovecho para coger energías con chocolate y coca (de la de comer, claro).
No seguiré con la explicación del recorrido ya que eso queda mucho más claro en las definiciones del recorrido de la página web de la marxa.
Sí puedo insistir en la belleza del primer ascenso que lleva hasta cerca de 2.500 metros y de la cual adjunto una foto donde se puede constatar que en no menos de tres pequeños tramos hemos transitado sobre la nieve.
Total, que yo voy regulando y guardando fuerzas con la excusa de que lo que queda por delante es durísimo y aprovecho para hacerme el chulo y el experto explicando a quien me quiere oír que hay que tener mucho respeto a lo que resta (bueno, la verdad es que sólo se la explico a un compañero que va transitando con su mujer).
Con estas premisas, llego al avituallamiento de Andorra con la sensación de llevar las piernas bastante mejor que en la edición de 2012 y tras echar unos 8 minutos comiendo y bebiendo a saco, continúo mi camino que me lleva al inicio del puerto del Perafita. Primer tramo de ascenso de unos 5 kilómetros con 1.000 metros de desnivel, tomar aire en el refugio y seguir unos 2 kilómetros para sumar unos 500 metros más de desnivel. Vamos, para cagarse.
Sobre todo en la primera parte me encuentro mucho más entero que en la anterior edición aunque la final ya es de una agonía total y cuestión de ir a pasitos pequeños para no disparar las pulsaciones. Yo no llevo pulsómetro pero cuando uno acelera, el corazón empieza a retumbar por todo el cuerpo como un tambor.
Sólo queda ya coronar, un descenso infernal y unos kilómetros cómodos donde apenas puedo arrancar a correr.
El resultado final de 10 horas y 14 minutos me sorprende en parte ya que a pesar de haber reservado, mi marca era de 9 horas y 51 minutos. Hasta hoy no compruebo que según mis relojes, la edición de este año tiene unos 700 metros de diferencia lo que depende de la zona pueden ser desde cuatro hasta veinticinco minutos.
Cualquier obstáculo en un camino puede hacer que haya que variar la ruta y salga una diferencia en la medición de la prueba.
Emplazamiento publicitario: Tengo que probar si el refresco de cola del Carrefour sabe tan bueno cuando uno no lleva el cuerpo dando alertas y aprovecho para recomendaros unas barritas de cereales y chocolate de la misma marca que están buenísimas y que me comí a falta de un par de kilómetros para meta cuando ya no podía aguantar el hambre.
domingo, 1 de junio de 2014
III Cursa ecològica de muntanya. Molins de Rei
¡Menudo título para empezar! Casi me quedo sin fuerzas para redactar el resto de la entrada.
Trece días para participar en la Marxa del Cap de Rec así que hace unas semanas empiezo a rastrear en el calendario alguna carrera de montaña por encima de los 20 kilómetros y me quedo tras la primera criba con dos candidatas. Una demasiado lejos y la otra demasiado cara.
Sigo sondeando el mercado y me encuentro con la prueba de Molins que si no me equivoco, se estrenará en la distancia de 25 kilómetros, tiene un precio más que razonable y además está a escasos 11 kilómetros de Cervelló que es donde estaremos pasando el fin de semana.
Así, en un momento me planto en la zona de salida y recojo la bolsa del corredor que lleva ni más ni menos que un buff original, un fuet y algún que otro producto más.
Quien haya visto algunas de las fotos que cuelgo sabrá que soy muy fan de llevar la cabeza protegida por esa prenda cuando pega el sol o el cuello cuando hace frío.
Además, necesitaba reponer alguno de los que ya tengo que a hecho muuuuuuchos kilómetros conmigo. El fuet siempre va bien.
Después de estos días de lluvias, amanece un día radiante y como han anunciado un estrechamiento al poco de comenzar, me sitúo más hacia delante de lo que en mí es habitual.
Aun así, si yo hago el intento de salir más rápido, el resto hacen lo propio total para nada porque en el paso de la riera no hay ningún problema para seguir al ritmo que cada uno quiera.
En general y para no aburrir, carrera agradable, con continuas subidas y bajadas pero sin grandes desniveles continuos.
Esto me provoca una sensación que intentaré trasladar haciendo una metáfora ciclística. Si voy andando voy como sobrado pero si voy corriendo, el cardio se acelera y los músculos se resienten. O sea que si llevas el plato pequeño vas haciendo el molinillo pero con el del medio vas atrancado.
Hay que tener en cuenta que los buenos montarían un desarrollo de 55-12 con un plato grande como una paellera (al menos es lo que se movía en los tiempos de Induráin) mientras que mi plato grande sería como un plato de postre.
Misma sensación en lo meteorológico. En una zona donde los árboles dan sombra pero hay parte donde toca el sol te pones en la sombra y dices: Joder qué frio. Te pasas a la zona del sol y dices: Hostia, qué calor.
Ah, olvidaba decir que en uno de los tramos más técnicos (que tampoco eran muchos ni muy complicados) y con la chulería del esto está chupao, me he pegado un resbalón en el suelo húmedo para acabar sentado. Sin consecuencias.
En definitiva: cursa muy bien montada y muy bien señalizada. Avituallamientos un poco justos durante el recorrido pero muy bien en meta. Recomendable.
Trece días para participar en la Marxa del Cap de Rec así que hace unas semanas empiezo a rastrear en el calendario alguna carrera de montaña por encima de los 20 kilómetros y me quedo tras la primera criba con dos candidatas. Una demasiado lejos y la otra demasiado cara.
Sigo sondeando el mercado y me encuentro con la prueba de Molins que si no me equivoco, se estrenará en la distancia de 25 kilómetros, tiene un precio más que razonable y además está a escasos 11 kilómetros de Cervelló que es donde estaremos pasando el fin de semana.
Así, en un momento me planto en la zona de salida y recojo la bolsa del corredor que lleva ni más ni menos que un buff original, un fuet y algún que otro producto más.
Quien haya visto algunas de las fotos que cuelgo sabrá que soy muy fan de llevar la cabeza protegida por esa prenda cuando pega el sol o el cuello cuando hace frío.
Además, necesitaba reponer alguno de los que ya tengo que a hecho muuuuuuchos kilómetros conmigo. El fuet siempre va bien.
Después de estos días de lluvias, amanece un día radiante y como han anunciado un estrechamiento al poco de comenzar, me sitúo más hacia delante de lo que en mí es habitual.
Aun así, si yo hago el intento de salir más rápido, el resto hacen lo propio total para nada porque en el paso de la riera no hay ningún problema para seguir al ritmo que cada uno quiera.
En general y para no aburrir, carrera agradable, con continuas subidas y bajadas pero sin grandes desniveles continuos.
Esto me provoca una sensación que intentaré trasladar haciendo una metáfora ciclística. Si voy andando voy como sobrado pero si voy corriendo, el cardio se acelera y los músculos se resienten. O sea que si llevas el plato pequeño vas haciendo el molinillo pero con el del medio vas atrancado.
Hay que tener en cuenta que los buenos montarían un desarrollo de 55-12 con un plato grande como una paellera (al menos es lo que se movía en los tiempos de Induráin) mientras que mi plato grande sería como un plato de postre.
Misma sensación en lo meteorológico. En una zona donde los árboles dan sombra pero hay parte donde toca el sol te pones en la sombra y dices: Joder qué frio. Te pasas a la zona del sol y dices: Hostia, qué calor.
Ah, olvidaba decir que en uno de los tramos más técnicos (que tampoco eran muchos ni muy complicados) y con la chulería del esto está chupao, me he pegado un resbalón en el suelo húmedo para acabar sentado. Sin consecuencias.
En definitiva: cursa muy bien montada y muy bien señalizada. Avituallamientos un poco justos durante el recorrido pero muy bien en meta. Recomendable.
jueves, 15 de mayo de 2014
El gran capità
Hace muuuuuucho tiempo que no escribo nada referente al mundo del fútbol pero la despedida definitiva de Puyol bien merece una excepción
Se va el gran capitán del que fuera equipo perfecto y ahora no es más que un equipo vulgar que se maneja mejor en la preparación de asados que en la preparación de partidos.
Sufrieron algunos jugadores como Puyol y Xavi la travesía del desierto en la que estuvimos cinco interminables años sin ganar ningún título e inventándonos retos como el de ganar la UEFA (y ni así).
Y tras esas temporadas aciagas en las que los antes mencionados se mantuvieron fieles y firmes en su propósito de triunfar aquí, llegaron los éxitos.
El caso de Puyol es el paradigma de la constancia, la lucha, el tesón, ... pero creo que como decía el anuncio aquél de Cola-Cao, debe ser igual en la vida como en el deporte.
Por eso, seguro que le irá bien en lo que haga o como mínimo, estoy convencido de que lo entregará todo.
El capitán ha estado enorme hasta en el medio donde peor se desenvuelve que es ante los ídems (medios).
Ha agradecido a diestro y siniestro. Sin rencores a diferencia de la carta que no he leído ni me interesa de Víctor Valdés. Por eso, para mí uno es eterno, el otro no. Y eso a pesar de que el futurible del poderoso Mónaco haya sido el mejor portero que he visto en la historia del club.
De Puyol se están repasando continuamente las imágenes del gol de cabeza en el Bernabéu el día del 2-6 y el beso al brazalete, la parada imposible de pecho, la cesión de recogida de copa a Abidal en Wembley, ...
Para ser un poco original, yo me quedo con uno de los múltiples días en que lucía máscara supongo que por fractura de pómulo en que se hartó de las molestias de la protección, se la arrancó de la cara que se había partido por su equipo y la arrojó al suelo.
Ya ha anunciado el casi ex-5 del equipo que el sábado no jugará ni un minuto. Si yo fuese su entrenador lo convocaría y le diría al resto de la plantilla: "Si tenéis algo de dignididad y amor propio, haced el favor de poneros tres goles por delante para que vuestro capitán pueda salir a recoger el trofeo de campeón."
Se va el gran capitán del que fuera equipo perfecto y ahora no es más que un equipo vulgar que se maneja mejor en la preparación de asados que en la preparación de partidos.
Sufrieron algunos jugadores como Puyol y Xavi la travesía del desierto en la que estuvimos cinco interminables años sin ganar ningún título e inventándonos retos como el de ganar la UEFA (y ni así).
Y tras esas temporadas aciagas en las que los antes mencionados se mantuvieron fieles y firmes en su propósito de triunfar aquí, llegaron los éxitos.
El caso de Puyol es el paradigma de la constancia, la lucha, el tesón, ... pero creo que como decía el anuncio aquél de Cola-Cao, debe ser igual en la vida como en el deporte.
Por eso, seguro que le irá bien en lo que haga o como mínimo, estoy convencido de que lo entregará todo.
El capitán ha estado enorme hasta en el medio donde peor se desenvuelve que es ante los ídems (medios).
Ha agradecido a diestro y siniestro. Sin rencores a diferencia de la carta que no he leído ni me interesa de Víctor Valdés. Por eso, para mí uno es eterno, el otro no. Y eso a pesar de que el futurible del poderoso Mónaco haya sido el mejor portero que he visto en la historia del club.
De Puyol se están repasando continuamente las imágenes del gol de cabeza en el Bernabéu el día del 2-6 y el beso al brazalete, la parada imposible de pecho, la cesión de recogida de copa a Abidal en Wembley, ...
Para ser un poco original, yo me quedo con uno de los múltiples días en que lucía máscara supongo que por fractura de pómulo en que se hartó de las molestias de la protección, se la arrancó de la cara que se había partido por su equipo y la arrojó al suelo.
Ya ha anunciado el casi ex-5 del equipo que el sábado no jugará ni un minuto. Si yo fuese su entrenador lo convocaría y le diría al resto de la plantilla: "Si tenéis algo de dignididad y amor propio, haced el favor de poneros tres goles por delante para que vuestro capitán pueda salir a recoger el trofeo de campeón."
lunes, 12 de mayo de 2014
II Cursa dels Cingles de Bertí
Segunda edición y segunda participación en esta carrera de montaña que tiene inicio y final en Riells del Fai.
Como en la del año pasado estaba en huelga de escritura, hago un pequeño introito (como si a alguien le interesase) del porqué de mi primera inscripción.
Resulta que estamos más o menos a un mes de mi gran reto montañero anual que no es otro que la Marxa del Cap de Rec que tendrá lugar el 14 de junio en Lles de Cerdanya. El año pasado las fechas eran parecidas y surgió en el calendario la carrera del Cingles (no confundir con singles ya que se puede correr ostentando cualquier estado civil) de 21 kilómetros que me encantó.
Como comprenderá el avispado lector, prueba de que me encantó es el hecho de repetir.
Encima, mejora en la distancia que se va hasta los 25 kilómetros y los 1.200 de desnivel positivo con lo que se convierte en un entrenamiento óptimo. No quiero decir con esto de entrenamiento que me lo tome a guasa. Yo es que no doy mucho más de mí.
Recorrido exigente con unas de las vistas más espectaculares que me he encontrado por esos mundos y una organización más que aceptable.
Descampado al que se le otorga el nombre de parking que facilita el desembarco de corredores y este año se incorpora el servicio de guardarropa.
Los avituallamientos son correctos en cantidad y calidad aunque el primero se ve un poco desbordado por el hecho que hay una única persona llenando vasos.
A la llegada esto se supera con creces ya que a la botifarra, se le suma el esforzado voluntario que está sirviendo cervezas a diestro y siniestro.
Yo me tomé dos claras, que para mi standard, cuenta como si hubiese salido una noche de fiesta.
Ah, que me olvidaba, buenas sensaciones; tiempo de 3 h 11' 52" para una posición 209 a mitad de la prueba y una posición 179 de 273 participantes en la línea de meta.
Como en la del año pasado estaba en huelga de escritura, hago un pequeño introito (como si a alguien le interesase) del porqué de mi primera inscripción.
Resulta que estamos más o menos a un mes de mi gran reto montañero anual que no es otro que la Marxa del Cap de Rec que tendrá lugar el 14 de junio en Lles de Cerdanya. El año pasado las fechas eran parecidas y surgió en el calendario la carrera del Cingles (no confundir con singles ya que se puede correr ostentando cualquier estado civil) de 21 kilómetros que me encantó.
Como comprenderá el avispado lector, prueba de que me encantó es el hecho de repetir.
Encima, mejora en la distancia que se va hasta los 25 kilómetros y los 1.200 de desnivel positivo con lo que se convierte en un entrenamiento óptimo. No quiero decir con esto de entrenamiento que me lo tome a guasa. Yo es que no doy mucho más de mí.
Recorrido exigente con unas de las vistas más espectaculares que me he encontrado por esos mundos y una organización más que aceptable.
Descampado al que se le otorga el nombre de parking que facilita el desembarco de corredores y este año se incorpora el servicio de guardarropa.
Los avituallamientos son correctos en cantidad y calidad aunque el primero se ve un poco desbordado por el hecho que hay una única persona llenando vasos.
A la llegada esto se supera con creces ya que a la botifarra, se le suma el esforzado voluntario que está sirviendo cervezas a diestro y siniestro.
Yo me tomé dos claras, que para mi standard, cuenta como si hubiese salido una noche de fiesta.
Ah, que me olvidaba, buenas sensaciones; tiempo de 3 h 11' 52" para una posición 209 a mitad de la prueba y una posición 179 de 273 participantes en la línea de meta.
lunes, 14 de abril de 2014
Marathon trail cursa de la Talaia
Debut en la cursa de la Talaia de Vilanova y como soy así de chulo, lo hago en la primera edición de la prueba en la distancia de 43 kilómetros.
Ni siquiera tengo muy claro el porqué de apuntarme a la larga cuando después de la Marató de Barcelona he salido escasamente tres veces por montaña pero bueno, peor elegí las opciones sobre lo que debía estudiar y al final aún lo pude enmendar.
Total que los días previos, iba mirando desniveles y demás para constatar que iba a ser una prueba dura (como no puede ser de otra manera) pero que encima iba a contar con un corte en el kilómetro 30 que haría abandonar a quien llevase más de 4 horas y media que se suma al miedo provocado por las escasas 97 inscripciones y la calificación de dificultad técnica muy difícil de la web.
Llego pronto al camping Vilanova Park, recojo mi dorsal cuando prácticamente están montando el chiringuito y me acabo de cambiar tranquilamente en el coche.
En el briefing previo a la salida vuelven a recalcar lo del corte del 30 y la dificultad técnica de lo que literalmente en estas competiciones es "anar pel pedregar".
Salgo a mi ritmo y voy muy a gusto hasta el kilómetro 18 aproximadamente donde cuatro nos vamos de excursión por una subida infernal que por lo visto sólo hemos intuido nosotros con un desnivel increíble. Vuelta a bajar por esa especie de tobogán para meter más presión sobre si superaré el margen de las 4:30.
A medida que avanzan los kilómetros, la fatiga y el calorazo que hace, me voy convenciendo que me lo tomaré como un súper entrenamiento y en el 30 me iré a comer con la familia. Mentalmente no lo tomo como un abandono aunque iría en contra de mi pensamiento que si no hay lesión, no se deja una prueba a medias.
Seguimos el camino y el control de paso no aparece por ningún lado y los voluntarios tampoco saben de él (¿será algo mitológico como la tarjeta roja a Xabi Alonso?) así que llegamos a la conclusión que será el escoba el que marque el tope pero se desvanece la opción de la retirada ya que yo pensaba que el bucle empezaría de nuevo a la altura de la salida y no es así ni por el forro.
Con lo cual y a falta de unos 10 kilómetros para acabar, vuelvo a poner la cabeza en modo sufrimiento y en pos de la meta que voy para acabar cruzándola con un tiempo oficial de 6h 20' 14" en el puesto 67 de 78 que la acaban y aun así, con la emoción propia del esfuerzo realizado.
La organización en general muy bien aunque en un par de los numerosísimos avituallamientos nos hemos encontrado con el agua racionada porque por lo visto no habían echado bien las cuentas. Punto a mejorar ya que en un día como el de ayer no podemos tomar riesgos a que a alguien le dé un golpe de calor o se deshidrate.
Ni siquiera tengo muy claro el porqué de apuntarme a la larga cuando después de la Marató de Barcelona he salido escasamente tres veces por montaña pero bueno, peor elegí las opciones sobre lo que debía estudiar y al final aún lo pude enmendar.
Total que los días previos, iba mirando desniveles y demás para constatar que iba a ser una prueba dura (como no puede ser de otra manera) pero que encima iba a contar con un corte en el kilómetro 30 que haría abandonar a quien llevase más de 4 horas y media que se suma al miedo provocado por las escasas 97 inscripciones y la calificación de dificultad técnica muy difícil de la web.
Llego pronto al camping Vilanova Park, recojo mi dorsal cuando prácticamente están montando el chiringuito y me acabo de cambiar tranquilamente en el coche.
En el briefing previo a la salida vuelven a recalcar lo del corte del 30 y la dificultad técnica de lo que literalmente en estas competiciones es "anar pel pedregar".
Salgo a mi ritmo y voy muy a gusto hasta el kilómetro 18 aproximadamente donde cuatro nos vamos de excursión por una subida infernal que por lo visto sólo hemos intuido nosotros con un desnivel increíble. Vuelta a bajar por esa especie de tobogán para meter más presión sobre si superaré el margen de las 4:30.
A medida que avanzan los kilómetros, la fatiga y el calorazo que hace, me voy convenciendo que me lo tomaré como un súper entrenamiento y en el 30 me iré a comer con la familia. Mentalmente no lo tomo como un abandono aunque iría en contra de mi pensamiento que si no hay lesión, no se deja una prueba a medias.
Seguimos el camino y el control de paso no aparece por ningún lado y los voluntarios tampoco saben de él (¿será algo mitológico como la tarjeta roja a Xabi Alonso?) así que llegamos a la conclusión que será el escoba el que marque el tope pero se desvanece la opción de la retirada ya que yo pensaba que el bucle empezaría de nuevo a la altura de la salida y no es así ni por el forro.
Con lo cual y a falta de unos 10 kilómetros para acabar, vuelvo a poner la cabeza en modo sufrimiento y en pos de la meta que voy para acabar cruzándola con un tiempo oficial de 6h 20' 14" en el puesto 67 de 78 que la acaban y aun así, con la emoción propia del esfuerzo realizado.
La organización en general muy bien aunque en un par de los numerosísimos avituallamientos nos hemos encontrado con el agua racionada porque por lo visto no habían echado bien las cuentas. Punto a mejorar ya que en un día como el de ayer no podemos tomar riesgos a que a alguien le dé un golpe de calor o se deshidrate.
lunes, 17 de marzo de 2014
Marató de Barcelona 2014
Séptima participación personal en la competición barcelonesa si bien ha sido la primera en la que he corrido bajo pseudónimo. Un amigo que es asegurado de Zurich se apuntó por aquello de a ver si le entraban las ganas de preparar el evento y al final he sido yo el que he padecido los rigores maratonianos.
Al recoger el dorsal fui a incidencias para cambiar su código por el de mi chip ya que este año anunciaban que se podría seguir la prueba en vivo con la información del tiempo de paso por los distintos parciales. Como es habitual, no ha funcionado.
El caso es que el domingo, me planto en la línea de salida muy bien mental y muscularmente ya que no he abusado de tiradas largas en los entrenamientos con lo que no ha sido una preparación tan exigente como otros años.
Además, me propongo salir a un ritmo muy tranquilo por dos motivos:
1) va a hacer calor y
2) si sufro una fracción de lo que sufrí el año 2013, no volveré a correr una maratón de asfalto.
Mi objetivo mental es cruzar la media maratón en 1h 50'. ¿Y en cuánto la paso? Pues en 1h 50' que para eso soy un hombre de palabra. Puede que si me mentalizo en cruzarla en una horita acabe ganando la carrera. Lo pensaré de cara al año que viene.
Van cayendo los kilómetros y mi reducido pero entregado club de fans me va disparando en pos de la meta al lado de mi amigo Sergio con el que compartimos al principio tertulia y luego silencio hasta el kilómetro 37 donde le meto el hachazo definitivo (esto último es broma pero es para darle un aire como más de cima del Tour de Francia).
El tiempo final de 3 horas y 44 minutos me deja más que satisfecho sobre todo por el hecho de no haber tenido que parar a pesar de que en los últimos kilómetros la tentación es poderosa. Las pocas amenazas de rampa en los cuádriceps de la pierna izquierda son reprimidas como se arreglaban antes las teles, un par de puñetazos y a seguir rodando.
Ahora toca hacer un poco de running ficción.
A base de experimentar con mi propio cuerpo voy llegando a la conclusión que lo que marcará mi tiempo final es la primera media maratón o como mucho los primeros 25 o 30 primeros kilómetros. Ayer notaba que iba a un ritmo muy cómodo pero ¿qué hubiese pasado si le hubiera recortado cinco minutos al primer parcial? Puede que hubiese redundado directamente sobre el crono o puede que hubiese explotado.
Eso ya nunca lo sabremos. Lo que sí que sé es que al final iba igual de machacado muscularmente como si hubiese ido más rápido.
Hay mucha gente que estará echando la culpa de su marca al calor. Yo como esa excusa la uso para el frío no sería justo utilizarlo en esta ocasión. Eso sí, salí con una botella de powerade y mis padres me entregaron otra en el kilómetro 17 ya que beber en los vasitos de cartón es un drama.
Al recoger el dorsal fui a incidencias para cambiar su código por el de mi chip ya que este año anunciaban que se podría seguir la prueba en vivo con la información del tiempo de paso por los distintos parciales. Como es habitual, no ha funcionado.
El caso es que el domingo, me planto en la línea de salida muy bien mental y muscularmente ya que no he abusado de tiradas largas en los entrenamientos con lo que no ha sido una preparación tan exigente como otros años.
Además, me propongo salir a un ritmo muy tranquilo por dos motivos:
1) va a hacer calor y
2) si sufro una fracción de lo que sufrí el año 2013, no volveré a correr una maratón de asfalto.
Mi objetivo mental es cruzar la media maratón en 1h 50'. ¿Y en cuánto la paso? Pues en 1h 50' que para eso soy un hombre de palabra. Puede que si me mentalizo en cruzarla en una horita acabe ganando la carrera. Lo pensaré de cara al año que viene.
Van cayendo los kilómetros y mi reducido pero entregado club de fans me va disparando en pos de la meta al lado de mi amigo Sergio con el que compartimos al principio tertulia y luego silencio hasta el kilómetro 37 donde le meto el hachazo definitivo (esto último es broma pero es para darle un aire como más de cima del Tour de Francia).
El tiempo final de 3 horas y 44 minutos me deja más que satisfecho sobre todo por el hecho de no haber tenido que parar a pesar de que en los últimos kilómetros la tentación es poderosa. Las pocas amenazas de rampa en los cuádriceps de la pierna izquierda son reprimidas como se arreglaban antes las teles, un par de puñetazos y a seguir rodando.
Ahora toca hacer un poco de running ficción.
A base de experimentar con mi propio cuerpo voy llegando a la conclusión que lo que marcará mi tiempo final es la primera media maratón o como mucho los primeros 25 o 30 primeros kilómetros. Ayer notaba que iba a un ritmo muy cómodo pero ¿qué hubiese pasado si le hubiera recortado cinco minutos al primer parcial? Puede que hubiese redundado directamente sobre el crono o puede que hubiese explotado.
Eso ya nunca lo sabremos. Lo que sí que sé es que al final iba igual de machacado muscularmente como si hubiese ido más rápido.
Hay mucha gente que estará echando la culpa de su marca al calor. Yo como esa excusa la uso para el frío no sería justo utilizarlo en esta ocasión. Eso sí, salí con una botella de powerade y mis padres me entregaron otra en el kilómetro 17 ya que beber en los vasitos de cartón es un drama.
lunes, 10 de marzo de 2014
Las líneas rojas de la línea azul
He participado en seis de las últimas siete ediciones de la Marató de Barcelona, cinco de ellas de forma consecutiva y he venido detectando una degradación progresiva en la atención al participante.
Quizá el hecho culminante fue el trato del año pasado con el tema del guardarropa. Siete y pico de la mañana chispeando y resulta que habían decidido que al guardarropa se entraba ya cambiado y no podía uno guarecerse del agua.
O sea, a cambiarse en la calle a diferencia de los años precedentes en los cuales podías estar sentado o tumbado tranquilamente en la moqueta del pabellón mientras tecambiabas y aplicabas la vaselina o te ponías el esparadrapo de rigor además de estar pasando los nervios en compañía de otros corredores.
Ah, y lo de las esponjas fue de auténtica risa. Resulta que te la daban en la bolsa del corredor y tenías que llevarla contigo durante el recorrido. ¿Dónde? Ciertamente no lo sé.
Intento encontrar en la página web de la presente edición el tradicional recorrido por calles y el plano para calcular sobre él los tiempos de paso para familiares y dicho plano no existe. Aparece uno lastimoso con los kilómetros donde hay avituallamiento y punto.
El número de inscripciones ya ha quedado frenado sin duda por el precio pero donde constataremos aún más el descenso es en el número de finishers. No perdamos de vista que han regalado cientos de inscripciones vía asegurados de Zurich y trabajadores de la Caixa o Caixa Bank o como se llame.
En el universo estadístico de mi entorno, hay cinco personas apuntadas por esta segunda vía de las cuales sólo dos tienen opciones de terminar.
¿No sería mejor premiar la fidelidad de quienes ya han participado en una o varias de las ediciones anteriores ofreciendo una reducción de la inscripción?
Puestos a recortar los gastos, me recuerda mi amigo Oscar, que han recortado hasta con el speaker y es probable que la medalla en línea de meta sea un euro de esos de chocolate.
Que no se engañe nadie. En el mundo de la organización de eventos deportivos no se muere de éxito. Se muere de codicia y de desidia. Es verdad que a esto no obligan a nadie y si no estás satisfecho (como es mi caso) es tan sencillo como no apuntarse pero debía este escrito del año pasado donde sí había pagado.
jueves, 6 de marzo de 2014
II Mitja marató del Prat
Con eso de no preparar la maratón de Barcelona como si fuera un profesional para acabar haciendo un tiempo de todas formas mediocre, estoy conociendo un mundo del correr mucho más agradable.
Así, el año pasado y tras haber hecho los 30 kilómetros de la Maratest de Badalona, obvié la primera edición de una media que nos han puesto (como todas las disciplinas atléticas del pueblo) al ladito de casa.
El año de mi debut me encuentro con una carrera que no tiene nada que envidiar en cuanto a organización ni participación a pruebas de mucho mayor antigüedad.
De hecho, se solapó con la que era un auténtico clásico del calendario como son los 21.097 metros de Gavà que a mí personalmente cada vez me gustan menos.
Pues lo dicho, participación similar alrededor de los 800 runners y tiempos también por el estilo aunque creo que algo más rápido el ganador de la nuestra.
En lo personal, planteamiento de no sufrir en absoluto para hacer 1 hora 45 minutos o menos así que salgo a un ritmo aproximado de 4'50" que me permite visualizar el mundo de una manera algo diferente. Desde ir corriendo por las calles del pueblo jugando a ver si conoces a alguien a ver cómo hay gente que opta por sufrir como perros para arañar diez segundos con una respiración que parece los vaya a llevar al infarto en cualquier momento.
El recorrido es correcto. Por lo visto, el año pasado el final era por zona industrial la cual cosa castiga mucho mentalmente así que este año con buen criterio lo han invertido y ese tramo feo lo pasas al principio cuando aún vas fresco.
La primera parte discurre coincidiendo con lo que es la cursa de Festa Major hasta que enfila el camino hacia la playa hasta el último de los miradores.
Por suerte, el viento no se hizo de notar porque en esa zona puede incordiar bastante y hacia el kilómetro 15 y como me encontraba fuerte, decido apretar el paso para irme a por el guía de la hora y cuarenta minutos al que acabo dando caza a falta de unos 800 metros para la llegada.
Mi tiempo final es de todas formas de 1h 40' 05" con el que estoy más que satisfecho.
Pongo una foto para que se vea el nivel que me exigí en la competición.
miércoles, 26 de febrero de 2014
VII Marxa del Montserratí
El domingo pasado descubrí una nueva cita montañera que sale de Esparreguera (mira, un pareado).
Los últimos años a estas alturas de la temporada estaba totalmente centrado en el asfalto para la gran cita de la temporada como es (era?) la Marató de Barcelona.
Como este me lo he tomado de una forma más relajada para no llegar con la sobrecarga del año pasado y sin duda ayudado por el hechor de no pagar y correr con el dorsal de otro, he podido disfrutar de esta Marxa del Montserratí que consta de una distancia de 13 y otra de 21 kilómetros.
Como siempre, opté por la larga para que no se diga y como nunca, fui acompañado por mi buen amigo Juan Luis.
Bueno, fui acompañado hasta la línea de salida porque:
1. Él es mejor atleta que yo en cualquier distancia y
2. Tenemos unas configuraciones o setups radicalmente diferentes. Donde uno va mejor subiendo, al otro le cuesta y en bajada, lo mismo pero al revés.
En la zona de salida mucha gente. Más de 1000 personas congregadas entre las dos distancias pero veo que hay mucha gente que lo tomará como lo que en realidad es y en vez de correr, lo hará a un ritmo más tranquilo de marxaire.
Eso también lo podremos comprobar en la clasificación. Bueno, lo podremos comprobar si nos tomamos la molestia de ordenar el listado que aparece en orden alfabético y en una tabla de excel elegimos que seleccione la columna tiempo de menor a mayor.
Eso nos muestra que de los 500 de la marxa larga, yo estoy sobre el 70 con lo cual ya os podéis hacer una idea del nivel.
El recorrido en general bien, agradable con un primer avituallamiento quizá demasiado pronto para mi gusto y que por una vez omito, un segundo que daba ganas de abandonar y quedarse allí por lo bien provisto que estaba de donuts y cuatro o cinco más con lo básico.
Eso sí, aquarius y coca-cola de marca la cual cosa se agradece porque hay sitios que las bebidas isotónicas saben a suero para la gastroenteritis.
El paisaje bien, con la sorpresa de aparecer en Collbató y una dureza y una dificultad técnica medio-bajas que también resultan agradables para no tener que sufrir ni tener el temor de realizar un aterrizaje forzoso.
El promedio de 6'22" el kilómetro comparado con los 8'55" de la anterior cursa de montaña nos da una aproximación a su asequibilidad si es que existe tal palabra.
lunes, 3 de febrero de 2014
Mitja Granollers 2014 o una Behobia a la catalana
Hacía 15 meses que no corría una media maratón de asfalto y diez años que no iba a Granollers. Literalmente diez años.
Es la suerte de que uno se apunte todo lo que hace a nivel atlético.
El caso es que el sábado el amigo Tony me escribe que hay un dorsal libre. Un corredor ha sido operado recientemente del menisco y como a esta carrera hay que apuntarse con meses de antelación, pues no será de la partida.
Como soy un hombre fácil, acepto bajo la premisa de no soltar un duro por el dorsal. Mucha gente se apunta por los regalitos y a mí me dan lo mismo.
Así, el domingo me encuentro con el lesionado Amorós que me ofrece su número (detallazo de su parte) y su posición en el primer cajón de salida.
Diríamos que es algo...bastante...mucho más rápido que yo así que declino su ofrecimiento de chip para que no quede registrado mi tiempo y le puedan sacar los colores.
El tema parking está bien resuelto aunque es básicamente aparcar por una zona industrial y luego seguir el reguero de gente hacia la línea de salida.
La hora de arranque es excelente. Cerca de las 11 de la mañana con lo que no hace falta ni ponerse despertador para estar allí con tiempo de sobra.
Lo que no tiene mucho sentido es lo de los cajones. Vamos, que hay muchísimo más control para acceder a los de la cursa del Corte Ingles que a esta. Puedes entrar donde quieras sin problema para gran alivio mío que no quería ver cómo salían como perros los del vallado rojo quedándome yo el último tirado.
El circuito, de clara tendencia de subida en su primera mitad y de claro descenso en la segunda con algunos toboganes entre medio para acabar de reventar al personal. Y si ello aún no bastase, al finalizar el ascenso, un tramos de pavés (adoquines) como si fuera la Liège Bastogne Liège ciclista.
Lo que me ha parecido espectacular ha sido la afluencia de público en los tramos urbanos. Ahí está la similitud con la gran carrera vasca del título.
A nivel personal, más que satisfecho con mi 1h36'46" que rebaja en 8 minutos lo que hice hace un década. Quizá es por eso por lo que tenía en el recuerdo tan malas sensaciones de la prueba. Debí pegar una explosión de narices.
domingo, 15 de diciembre de 2013
II Neorural (Sta Mª de Martorelles)
Vamos a conocer una nueva cursa del calendario montañero que haciendo de spoiler, os puedo avanzar que es absolutamente recomendable.
Bajo el engañoso nombre de Mitja Marató de Muntanya que en la web ya queda en entredicho al dar una distancia de 23 kilómetros, se acaba escondiendo un trail de 25,25 kilómetros según mi reloj.
Como ya es tradición, llego con tiempo suficiente a la zona de salida (podríamos considerar como tal todo el pueblo).
Primer punto positivo para la organización; flechas indicando de dónde íbamos a partir y voluntarios ordenando los aparcamientos.
Así da gusto y todo fluye sin problemas.
Para recoger el dorsal hay que identificarse. Otro minipunto y al coche a esperar un rato porque la temperatura se sitúa entre el medio grado negativo y el medio grado positivo y la hierba tiene una fina capa de escarcha.
Con puntualidad suiza y al grito de: Som-hi senglars! arrancamos a las 9 de la mañana y nos encontramos con un recorrido muy pero que muy exigente por la Serralada Prelitoral. Subidas de escalada y descensos en los que hay que pararse antes de acometerlo y pensar por dónde narices se le puede meter mano para acabar lanzándose en plan Tarzán agarrándose a lianas, troncos, raíces o a otro participante si es menester.
A lo largo del recorrido se van oyendo los tradicionales trompazos a los cuáles hoy no me he apuntado.
Sí he llegado a asistir a una chica que se ha estimbado justo delante mío sin más consecuencias.
Circuito muy duro como ya he comentado pero excelentemente marcado e igual de bien avituallado con la ayuda de los impagables voluntarios.
Hacia el kilómetro 21 y cuando parecía que ya estaba el mayor esfuerzo superado, subida de medio kilómetro hacia un castillo con unos ritmos al estilo de ascensos pirenaicos. O sea, a 25 minutos el kilómetro.
Yo creía que estaba teniendo alucinaciones como dice el Jornet que pasa al llevar el cuerpo a la extenuación al ver bajar a una monja cerveza en mano pero al ver que en el último avituallamiento había un plátano con otra cerveza he deducido que eran un grupo diferente de voluntarios.
Llegada en loor de multitudes como es habitual en la montaña al ir llegando los participantes con cuentagotas donde incluso dicen tu nombre por megafonía.
domingo, 10 de noviembre de 2013
XIX Marxa del Garraf
No se presentaba a priori de manera optimista mi tercera participación en la prueba organizada por la UME de Gavà.
Ayer, todo el día con un dolor en las lumbares que persistía durante la noche con lo que ha hecho que lo poco que he dormido haya sido creyendo que hoy tocaba retirada o incluso no presentarse a la línea de salida.
Para complicar aún más el tema y como estoy todo el día cambiando la hora del móvil para engañar al Candy Crush y que me dé vidas (¡me cago en la pantalla 125!) no me ha sonado el despertador.
Por suerte, miro el teléfono a una hora cercana a la que tenía previsto y a mi desayuno de café con leche y tostada incluyo un ibuprofeno para la espalda.
Salgo bien de tiempo y aun así cuando aparco y llego a la zona de entrega de dorsales ya hay una cola importante para tomar la salida y ni te cuento la de recoger la tarjeta que van marcando según se pasan los controles.
Suerte de haber ido un día antes.
Como en la cola está José Luis, acompañado del que será su liebre, me uno a ellos para estar charlando mientras llega la hora.
La previsión de viento aún no ha llegado así que se está estupendamente.
Al rato se nos unen Òscar y Antonio con los que haré buena parte del recorrido.
Cuando faltan pocos minutos para el chupinazo que marca la salida, decido despojarme del cortaviento porque si no, me da mucho calor y hace que se me empape la camiseta.
El resto, contagiados por el alarde, hacen los mismo.
Encaramos la primera subida desde La Sentiu y veo que la espalda va bien así que a disfrutar/sufrir tocan.
Con la goma del frontal que se ha dado de sí y me va bajando hasta aporrearme la nariz, tomo la decisión radical de hacerle un nudo y casi me exploto el cráneo. Consigo aflojarlo un poco y a seguir con el tema.
Os omito el tema de la ingesta en los avituallamientos por repetitivo pero destaco que en uno de ellos se da un hecho que puede marcar mi vida atlética. Gavà TV tiene el buen criterio de entrevistarme después de muchos años de ser ninguneado por elprat.tv.
Si lo acaban colgando, ya lo enlazaré. Bueno, si no he salido de pena.
El recorrido va transcurriendo por los parajes habituales y yo voy haciendo la goma como también es habitual.
Me descuelgo subiendo y si puedo o me esperan, los voy atrapando hasta que pierdo contacto en el ascenso a la Morella donde el viento ya soplaba de manera importante.
Como he guardado fuerzas y me encuentro de maravilla, hago una bajada y unos llaneos a un ritmo muy interesante y contacto con mis compinches en el penúltimo avituallamiento donde me pongo yo a tirar y el que se descuelga es Òscar.
Más adelante me doy el trompazo habitual sin consecuencias graves (a diferencia de un corredor que ha requerido de ambulancia in the middle of nowhere) y llegamos a meta en 6 horas y 26 minutos rebajando mi anterior plusmarca en ... ¡25 minutazos!
Como podéis comprender, estoy tremendamente satisfecho.
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