Séptima participación personal en la competición barcelonesa si bien ha sido la primera en la que he corrido bajo pseudónimo. Un amigo que es asegurado de Zurich se apuntó por aquello de a ver si le entraban las ganas de preparar el evento y al final he sido yo el que he padecido los rigores maratonianos.
Al recoger el dorsal fui a incidencias para cambiar su código por el de mi chip ya que este año anunciaban que se podría seguir la prueba en vivo con la información del tiempo de paso por los distintos parciales. Como es habitual, no ha funcionado.
El caso es que el domingo, me planto en la línea de salida muy bien mental y muscularmente ya que no he abusado de tiradas largas en los entrenamientos con lo que no ha sido una preparación tan exigente como otros años.
Además, me propongo salir a un ritmo muy tranquilo por dos motivos:
1) va a hacer calor y
2) si sufro una fracción de lo que sufrí el año 2013, no volveré a correr una maratón de asfalto.
Mi objetivo mental es cruzar la media maratón en 1h 50'. ¿Y en cuánto la paso? Pues en 1h 50' que para eso soy un hombre de palabra. Puede que si me mentalizo en cruzarla en una horita acabe ganando la carrera. Lo pensaré de cara al año que viene.
Van cayendo los kilómetros y mi reducido pero entregado club de fans me va disparando en pos de la meta al lado de mi amigo Sergio con el que compartimos al principio tertulia y luego silencio hasta el kilómetro 37 donde le meto el hachazo definitivo (esto último es broma pero es para darle un aire como más de cima del Tour de Francia).
El tiempo final de 3 horas y 44 minutos me deja más que satisfecho sobre todo por el hecho de no haber tenido que parar a pesar de que en los últimos kilómetros la tentación es poderosa. Las pocas amenazas de rampa en los cuádriceps de la pierna izquierda son reprimidas como se arreglaban antes las teles, un par de puñetazos y a seguir rodando.
Ahora toca hacer un poco de running ficción.
A base de experimentar con mi propio cuerpo voy llegando a la conclusión que lo que marcará mi tiempo final es la primera media maratón o como mucho los primeros 25 o 30 primeros kilómetros. Ayer notaba que iba a un ritmo muy cómodo pero ¿qué hubiese pasado si le hubiera recortado cinco minutos al primer parcial? Puede que hubiese redundado directamente sobre el crono o puede que hubiese explotado.
Eso ya nunca lo sabremos. Lo que sí que sé es que al final iba igual de machacado muscularmente como si hubiese ido más rápido.
Hay mucha gente que estará echando la culpa de su marca al calor. Yo como esa excusa la uso para el frío no sería justo utilizarlo en esta ocasión. Eso sí, salí con una botella de powerade y mis padres me entregaron otra en el kilómetro 17 ya que beber en los vasitos de cartón es un drama.
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