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sábado, 20 de noviembre de 2010

Alta gastronomía en miniatura

A falta de hablar sobre la campaña electoral o del cansino (¿aceptamos como mote Cansinho?) Mourinho voy a hacer una rompedora entrada sobre la gastronomía donostiarra.
Como todos conoceréis, es famosa la Bella Easo por su comida y particularmente por los pinchos.
Pues yo qué queréis que os diga, pero por una cantidad de entre dos y tres euros o lo que te quieran cobrar porque allí no hay manera de ver una lista de precios, me parece un auténtico abuso.
Por poner encima de un trozo de pan un pedazo de tortilla o algo con mucha mayonesa que a la vez está envuelto en un trozo de jamón dulce yo creo que no vale la pena.
Y menos si echas cuentas que necesitarás un mínimo de cuatro o cinco para empezar a llenar el estómago.
Sale mucho más a cuenta ir en plan raciones que encima están calentitas y recién hechas y si me apuráis y como siempre desde mi punto de vista, no hay color con sentarse a comer o cenar tranquilamente, disfrutar del comercio, reponer fuerzas sentadito y no hacinado y de pie y de esta manera estar en condiciones de seguir pateando la ciudad.
Debo reconocer no obstante, que no he ido a ninguno de esos sitios donde los montaditos en cuestión están formados por cojones de periquito con bechamel o sferificación de pimientos del piquillo.
Yo por tres euros y medio me como un durum de ternera que pesa como un ladrillo y junto a una bebida, vas que chutas. Si se picotea, se picotea, pero si se come, se come.
Como dice el Tardà del Polònia: Perdoneu, però algú ho havia de dir.

1 comentario:

Pachota dijo...

Kaixo!

Como diría aquel, 'dos cosas':

Aceptamos Cansinho, pero mucho me temo que no lo podremos incluir en nuestro 'pequeño listado' (eso sí, siempre reconoceremos que el mote era tuyo).

Con respecto al tema pintxos, está claro que es una maldita estafa, pero también hay que decir que en esta 'Aldea Global' en la que podemos degustar desde un ladrillo en Can Moh·ha (nótese la rotulación en català) a un crocanti de mosca macerado carbónicamente en el Bulli (si eres enemigo de los ugetistas de mielda), la gente ha malinterpretado lo de 'ir de pintxos'. Me explí, el concepto inicial, antes de que existieran por todo el planeta las franquicias de establecimientos Mayor Oreja -de vascos falsos, vamos-, nunca dijo que se cenaba o comía 'de pintxos'. La idea se basaba en ingerir una o dos de esas deliciosas porciones, con sus respectivas consumiciones claro está, para activar los jugos gástricos antes de ir a sentarse a la mesa a pegarse un homenaje de comercio, bebercio y buena tertulia (esas cosas que cada vez se hacen menos porque cada vez tenemos más amigos en el Facebook). ¿Entiende, Arú?

Uno con antepasados euskaldunes, koinatuuuu
(no le digas a mi santa madre que he escrito esto porque si se entera que le he llamado vasca a lo mejor me trincha con las mismísimas cadenas del escudo de la Comunidad 'Floral')

PD Me da la impresión que el Tardà 'polaco' es bastante más sabio que el que vive en Madrid.