Ni siquiera juntos podréis

Ahora que viene un parón por culpa de las selecciones al que se podría sumar una semana como si fuera una bola extra por el cierre patronal de la Liga de Fútbol Profesional podríamos aprovechar y analizar lo que queda de competición.

Faltan nueve jornadas y cuando se retomen las jornadas, ya sea el fin de semana del 3 o el del 10 de abril, empezará a arreciar lo de que al Barça le queda el desplazamiento a Vila-real y después visitar el Bernabéu, que si el espíritu de Juanito Maravilla les llevará de la mano hasta la remontada final y demás.

Hasta aquí todo correcto.

El tema es que se deben olvidar (ya que no se me ocurriría pensar que la prensa deportiva en general y madrileña en particular esté manipulada hasta provocar arcadas) que a los blancos les quedarán desplazamientos a Valencia, Sevilla y Getafe mientras que al Barça tras visitar el coliseo blanco, sólo le quedará visitar a la Real Sociedad, Levante y Málaga.

O sea, que en el mejor de los sueños mourinhianos, que sería que los míos palman en El Madrigal y Chamartín de forma consecutiva tras obviamente ganarle al Almería y que saliesen ellos del clásico con un punto de más (ojito que antes de recibir a los de Guardiola se desplazan a San Mamés) ... pues ni así serían campeones de liga.

Pero es que todo eso no se va a dar. Primero porque los azulgran son mejor equipo y segundo porque los equipos de Mou llevan sin perder en casa como nueve años. ¿A que no imagináis quién se va a encargar de hacer volar por los aires ese registro?

Voy más allá. Considero que debe haber alguna sanción, ley o tradición que ha vetado que el Fútbol Club Barcelona lance un penalty en el feudo blanco. Pues estoy visualizando una jugada en la que Messi dribla a Pepe y este lo derriba de manera tan clara que incluso el Undiano Mallenco de turno se ve obligado a cobrar la pena máxima.

A ver qué tal funciona la bola de cristal porque para ver que pasamos ronda contra el Shaktar no necesito ni convocar a fuerzas del más allá aunque los ucranianos son un rival molt i molt fort, amb un entrenador molt i molt veterà que ens ho posaran molt i molt difícil.

Lo que sí me gustaría es que los mandatarios de la Liga de Fútbol Profesional decidan de una manera definitiva si habrá jornada el día 3.

Más que nada por planificar mi calendario deportivo en función de qué fin de semana hay partido en casa.

En caso de que mantengan su postura de fuerza, quizá se podría montar un decretazo que los obligue a jugar o los encarcele en caso de no presentarse o simplemente que les envíen al Ministro de Fomento que en un periquete desface los entuertos con los que se encuentra.