El milagro de P.Tino

Quizá como soy yo una persona sutil porque sí, no se habrá dado mucha cuenta el lector de la falta de aprecio que le profeso al Espanyol.
Bueno, pues como hoy en día hasta los presuntos profesionales del periodismo lucen sus camisetas sin intentar ejercer de una manera objetiva, debo reconocer que efectivamente, los pericos no me caen bien.
Qué le vamos a hacer.
Una vez sentado este principio, ya podemos analizar el derby.
Si empezamos de modo inverso, es decir por el final, podemos decir que la fábula del Villarato ha muerto definitivamente.
O eso o bien hay que decirle al árbitro y al linier que vayan a la óptica con carácter de urgencia.
Sin duda determinante la actuación del triplete, cuarteto o los que sean a día de hoy al no señalar ese penalty y al no expulsar a Romaric al filo del descanso y cuyo jugador me parece que está fatal de la cabeza.
De todas formas, no vale reclamar en un minuto lo que no has trabajado durante los 89 restantes.
No es la primera vez esta temporada que el Barça espera a que le pille el toro para reaccionar y además lo de los árbitros acaba siendo anecdótico.
Lástima que para una ocasión en la que favorecen los intereses blanquiazules sea contra nosotros pero bueno.
Encima hoy es un día para descubrir a los ventajistas que achacaban el pinchazo de Getafe al hecho de no haber jugado con el once de gala.
Pues hoy estaban sobre el verde los once que disputarán la final de Munich aunque Iniesta estuviese recién salido de una lesión.
¿Podemos considerar el resultado de empate como justo? Pues podríamos decir que sí.
¿Deberían apuntarse los jugadores del Espanyol a la Marató de Barcelona? Un sí rotundo. Con los kilómetros que han echado hoy se plantan casi en el muro. Vaya derroche de facultades físicas.
Ahora sólo le falta a Pochettino convencer a sus jugadores de que contra el Córdoba se juegan una eliminatoria muy importante de copa para acceder a la siguiente ronda.
Será difícil que consiga mentalizarlos tras el esfuerzo de esta noche y el resultado final que por el ondear de banderas diría que asimilan a ganar la Champions.
De todas formas, quiero destacar una vez más como ya he hecho al menos oralmente en multitud de ocasiones el trabajo del preparador argentino.
Con cuatro cañas y el buen hacer de Joan Verdú (que comparan con De la Peña y cuyo rendimiento es cien veces superior) van a conseguir no pasar apuros para mantener la categoría a la espera de que la junta directiva busque algún nuevo jugador al que vender para descapitalizar aún más la plantilla.