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lunes, 1 de octubre de 2012

Kilian y el resto

Este fin de semana pasado hemos asistido a otro hecho trágico con la muerte de una participante en la prueba de ultra resistencia Cavalls del Vent. La prueba consta de 84 kilómetros con unos 6.000 metros de desnivel positivo. Si tenemos en cuenta que la prueba que dio lugar a mis anteriores entradas acumula 2.500 metros, (siendo generosos) nos podemos hacer una idea de la bestialidad de la prueba. Bueno, la verdad es que no. No nos podemos ni imaginar lo que debe ser eso y mucho menos con climatología adversa extrema como la que hizo el sábado en la península en general y en Catalunya en particular. Hay que tener mucho cuidado con no rebasar los límites de nuestro organismo y conocerlo a fondo antes de embarcarnos en objetivos ambiciosos. El caso es que los dos últimos fallecimientos de los que tengo constancia (este y el de la marxa del Cap de Rec) han implicado a personas expertas tanto en el deporte como en la montaña. En estos casos entiendo que no se les puede reprochar nada a los participantes. Al menos han caído como vivieron. Ya sé que no es consuelo pero no hay nada que se pueda hacer ya. El aviso de mi entrada iría más encaminado a quienes vemos el programa del Convidat donde aparece una auténtica bestia, un súperhombre como Kilian Jornet. Entonces nos entra a todos como un rampell de ir a descubrir cimas pero ya que nos ponemos, no subamos a Sant Ramon, vayámonos al Montblanc o aún mejor y si las finanzas lo permiten, a hacer un ochomil, que se note que sobran huevos. Mi consejo es tomarse las cosas con calma y adaptarlas a nuestro potencial. ¿Para qué me voy a subir al Dragon Kahn si me cago en una noria? Haciendo un símil, yo estoy respecto al nivel del montañero más o menos a la altura que estoy respecto a mis conocimientos de física comparado con Stephen Hawking o como está un jugador del Prat (pero del Unificación Prat) en relación a Leo Messi. Así que lo dicho, poco a poco. Por si a alguien le interesa, ayer corrimos la cursa de la Festa Major del Prat. Como siempre en estos casos, unos quinientos dorsales quedaron a la espera de que alguien fuese a buscarlos que para eso la carrera es gratis y hay que apuntarse aunque sólo sea por hacer gasto. ¡Qué rabia! A falta de cinco minutos para salir aconsejé a un par de personas que fuesen a por alguno de los números de sobra y así al menos tener el recuerdo de la camiseta que se entrega a los que finalizan la prueba y que yo procedo a regalar directamente a mi padre porque tengo el cajón de las camisetas que va a explotar. Mis sensaciones bastante lamentables. Supongo que la paliza montañera de la semana anterior pasó factura y como vi enseguida que no tiraba, pues a acabar con dignidad.

2 comentarios:

neus dijo...

Hubo polémica con la cursa de Festa Major porque se acabaron los dorsales y había gente que quería correrla...y protestaban porque en las bases de la carrera no había límite de inscripciones...NO sé si es habitual que las cursas limiten sus plazas y lo indiquen en algún lugar....Así que muy mal a los que no recogieron su dorsal, porque hubo muchos que lo hubiesen querido en su lugar...

hostiamor dijo...

Lo cierto es que sí que pone siempre el tope de inscripciones en el reglamento.
Fallo de la organización igual que de los (no) participantes.