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jueves, 6 de enero de 2011

El avión

Estrenamos año a nivel de blog y lo vamos a hacer hablando de un tema novedoso.
Para empezar, ¿qué tal si hablamos de fútbol?
Y haciendo una similitud con lo que dice The Special One, fútbol del bueno.
El partido de copa que ayer dio el pase a cuartos de final tras empatar a uno en San Mamés fue un encuentro de gran intensidad y tensión aunque no de especial brillantez.
Bien es cierto que si al poco de empezar Pedro hubiese marcado (como no tengo ninguna duda hubiese hecho) en un fuera de juego mal señalado que lo dejaba driblando a Gorka, otro gallo hubiera cantado pero como de unos años a esta parte nos ha dado por no ir de víctimas del colectivo arbitral pues no pasa nada y a seguir trabajando.
También hubiera cambiado el devenir del partido si Villa hubiera marcado en un remate de cabeza absolutamente franco a magnífico centro de Alves. Si a esto sumamos un uno contra uno en el que tampoco acertó, reafirma mi opinión que hoy por hoy es el delantero titular más prescindible del Barça. Claro que es que lo que tiene a su lado da miedo.
Ahora llega el momento de ensalzar a Eric Abidal.
¡Vaya partido y vaya temporada que lleva el francés! Otro que en la comparación deja por los suelos a Maxwell, a Adriano y a cualquiera que intente ocupar la banda del goleador bleu.
Cuando llegó a nuestro club de la mano de Rijkaard era un jugador de una potencia increíble (igual que es ahora) pero que no se atrevía a mucho más. De hecho, recuerdo al poco de llegar en plena forma un mal rechace suyo en banda izquierda que fue a controlar él mismo en banda derecha en uno de sus sprints poderosos.
El caso es que como con Frank no se entrenaba, el lateral perdió la forma y muchos enteros en su capacidad futbolística.
Ahora que entrena fuerte y que se nota en plenitud saca la pelota siempre jugada, amaga al delantero para no tirar el pelotazo, sube la banda e incluso se arranca con la suerte del remate para lograr ayer su primer gol de blaugrana y el tercero en toda su carrera.
Yo comparo mentalmente la evolución del jugador de origen martiniqueño (vete a saber cómo es ese gentilicio) con la de un avión caza.
Primero creía que su potencia sólo servía para ir muy rápido y después descubre que es capaz también de hacer piruetas.
Sin duda la mancha del choque de ayer fue el objeto que impactó en la cara de Abidal lanzado por el casi siempre excelente público de La Catedral. Lamentable hecho que los comités españoles zanjarán con unos eurillos de multa.

2 comentarios:

Jesús dijo...

Muy buen articulo...nosotros buscamos un reportero deportivo, por si te interesara.

hostiamor dijo...

Tremendo halago.
Muchas gracias. Si está bien pagado y necesita poca dedicación podemos llegar a un acuerdo.
Si no, te autorizo a hacer un sencillo copia/pega sin pagar derechos de autor.