Salvar al extremo Ryan

Ya nos hemos plantado en semifinales a esperar cómodamente al Real Madrid sin haber pasado ningún sufrimiento en cuartos aparte del par de sustos que nos dio el Shaktar en la primera parte del partido de ida.
Quién nos iba a decir hace unos años cuando estábamos atravesando el desierto y aspirando a ganar la UEFA que completaríamos cuatro apariciones consecutivas en la ronda de semis de la máxima competición continental.
Debo confesar que a estas horas ni tan solo he visto el gol de Messi. El porqué puede ser evidente para cualquier aficionado al fútbol no encegado por los colores.
Si en una cadena se puede ver el Manchester-Chelsea con 0-1 en el primer encuentro y en la otra un Shaktar-Barça más que decidido, la elección está muy clara.
De hecho, iba haciendo zapping aunque con tendencia a permanecer más rato con el partido de los ingleses sintonizado.
La primera parte en Manchester fue de un dominio aclaparador del Chelsea con un Man United dedicado básicamente a salir a la contra hasta que en una jugada magistral, Ryan Giggs acaba asistiendo al Chicharito Hernández para que ponga a los Red Devils por delante y teóricamente mate la eliminatoria.
Mientras tanto, Fernando Torres sigue deambulando como alma en pena por el terreno de juego.
En la segunda parte, al quitar al de Fuenla e introducir a Didier Drogba, los londinenses adquieren algo más de punch y el costamarfileño lo intenta hasta que consigue empatar el encuentro y situar a su equipo a sólo una diana de la clasificación.
Pero la contracción de culo por parte de los aficionados de Manchester sólo dura un minutillo hasta que en la siguiente jugada Park vuelve a adelantar a los locales para entonces sí, finiquitar el duelo.
¿Y quién le da el pase de gol? Pues ni más ni menos que Ryan Giggs que completa su hat-trick de asistencias en la eliminatoria.
Cómo me gusta ver jugadores veteranos que sigan despuntando en sus equipos como su compañero el portero Van der Sar que hizo un partido excelente con una rapidez digna de mención. Vamos, mejor que cuando era joven.
Lo que sí pude ver del enfrentamiento de Donetsk es que cada vez que cambiaba, Valdés se tenía que emplear a fondo para desbaratar ocasiones de los ucranianos.