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viernes, 22 de julio de 2011

Esto sí es el Tour

Sin duda afectados por mi anterior entrada del blog, los ciclistas han decidido montar dos etapas de auténtico espectáculo atacando desde lejísimos para intentar hacer daño.
Si ayer el protagonista indiscutible fuera Andy Schleck al mantener una escapada cercana a los cien kilómetros, hoy ha sido Contador el que se ha armado de valor para dinamitar la carrera.
La diferencia es que el luxemburgués ayer consiguió llegar a buen puerto (de montaña, claro) mientras que el español ha acabado desfalleciendo y entregando la victoria.
De todas maneras, para quitarse el sombrero.
La etapa de hoy de poco más de cien kilómetros es lo que ya hace años que se dice que es en lo que debería acabar mutando una gran ronda por etapas.
Abarcar mucho menos recorrido pero hacer cada jornada un infierno de hachazos y ataques como en las competiciones de amateurs.
Un apunte sobre la retransmisión televisiva; lo que cansa aún más que la repetición de la palabra fatiga son los comentarios del Perico Delgado y el otro.

Y como es probable que unos días os deje huérfanos de los siempre atinados comentarios, vamos a hablar un poco del fichaje del crack chileno Alexis Sánchez.
Porque digo yo que será un crack porque si no, sería como ver el Coentrao en ojo ajeno y no ver el Alexis en ojo propio.
Más nos vale que salga bueno porque como en cuatro o cinco jornadas no sea indiscutible y vuelva a acabar apareciendo Iniesta en ataque cuando falte algunos de los artilleros, va a ser de traca.
Por lo que he visto hoy en prensa los números del niño maravilla al menos a nivel anotador no es que sean para tirar cohetes pero claro, tampoco ha jugado en un equipo que genere tanto juego como el Barça.
Si alguien es capaz de explicarme lo del traspaso de Bojan a la Roma, pues yo que le estaré muy agradecido.
Resulta que hoy lo vendes por 12 millones con la obligación de recomprarlo dentro de dos años por 13. O sea, que interesa que en tesorería aparezca un ingreso.
Si dentro de dos años resulta que ha explotado como un campeón, llegarán los romanos y pagarán gustosamente el poquito que les falta para hacerse con un (en ese caso) excelente y consagrado goleador.
Si por el contrario acaba siendo un pufo, lo devuelves y no sólo te reingresan lo que pagaste sino que encima ganas un poquito.

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