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jueves, 23 de julio de 2009

La rata Bruyneel

Discurría el Tour allá por el año 1994 cuando Miguel Induráin se encontraba escapado junto al ahora director deportivo del Astana Johan Bruyneel.
El navarro inició una contrarreloj de él solo contra todo el pelotón a relevos. ¿Y quién ganó? Pues Miguel, claro.
Bueno, de hecho no ganó porque el entonces corredor diría que de la ONCE pero no me hagáis mucho caso no le dio un solo relevo y le ganó en el sprint final para enfundarse encima el maillot amarillo de la general que acabaría llevándose Induráin.
En mi vida he visto un acto tan poco generoso a nivel deportivo.
Hecho todo este trozo en plan etapa prólogo, analicemos ahora el comportamiento del jefe de Contador y Armstrong.
Desde fuera da la impresión que el número uno del ciclismo mundial (Alberto Contador) molesta en el ranchito que tienen montado Bruyneel, Armstrong y sus coleguillas. Y si me apuras, de los corredores, ya que el director se limita a asentir y aplaudir las decisiones de los pupilos.
Se quejan amargamente que el corredor de Pinto atacase ayer para ensanchar diferencias con sus perseguidores. Eso es lo que pasa por tener un equipo con varios jefes de filas oficiosos aunque sólo uno real.
Como decía el Butano: "la carretera pondrá a cada uno en su sitio". Y el sitio del tejano Armstrong no está ya en lo más alto del podio.
Su divismo/pasotismo es tal que sale a entrenar con un maillot diferente al del resto del equipo y sin lucir los colores de quien le paga.
Él va ahí con su autobombo y su presunta lucha contra el cáncer como si de Superman se tratase.
Consejo: si queréis ayudar contra el cáncer, buscad otras vías diferentes a la pulserita amarilla del livestrong de los cojones.

2 comentarios:

€du dijo...

Dijo Armstrong sobre el ataque de Contador en el que murió Kloden que prefería morderse la lengua. Yo sólo tengo recuerdos de ciclismo desde el primer Tour de Induráin, pero nunca antes había escuchado a alguien hablar así sobre su "jefe" de filas, que encima en el momento del ataque llevaba ya puesto el maillot amarillo. ¿Cuántas veces le habrá hecho lo mismo él a otro pedazo de ciclista como Hamilton?Fuckyoustrong man.

Sobrevalorado dijo...

Conclusiones:

- Armstrong es un cretino

- Armstrong es un fenómeno incomparable. Se va a casa tres años, vuelve y queda tercero.