Más chutes no

Tras un par de días de reflexión y superado el profundo asco que genera el tema, vamos a hundirnos en la inmundicia de la operación Galgo.

Como todos sabréis, hay en marcha una serie de redadas por parte de la Guardica Civil para dar un golpe al mundo del doping español.

Lo más relevante es que ha salpicado a Marta Domínguez y al campeón europeo de cross Bezabeh.

A mí no me cuesta demasiado entender el caso del hispano-etíope. Una persona que está en la indigencia y que de repente se pone a competir al mayor nivel, sin duda gracias a unas cualidades innatas formidables, no le pregunta a los médicos ,que están presuntamente para cuidarle, si lo que le están inyectando son vitaminas o si a todo el mundo le extraen sangre para centrifugarla.

Bastante tiene con haber salido del infierno como para preocuparse de temas éticos. Y eso si es capaz de entender la lengua en que le hablan.

Pero es en el otro caso donde nuestro organismo se pone directamente del revés.

Que la conocida como dama del atletismo, la mejor atleta española de todos los tiempos, la de la cinta rosa, la de la eterna sonrisa haya aparecido como consumidora o directamente como camello es simplemente repugnante.

Si con Paquillo parecía que no se podía caer más bajo, esto ya ha sido l0 últim0 (bueno, lo último hasta que aparezca otro notición).

Y encima ahora la gente colgándose medallas (nunca mejor dicho) y haciendo escritos a toro pasado sobre si se veía venir, si era un secreto a voces ... pues igual deberían ser también sancionados por listos, por cobardes y por encubridores.

Claro que hay que tener en cuenta que en este país, ese tipo de delitos sale gratis. Y si no, que se lo pregunten al gurú Eufemiano Fuentes que aún no ha sido juzgado por un caso cuando ya tiene pendiente otro. Lo peor es que encima se justificarán diciendo que simplemente son avances de la medicina en lugar de trampas.

El otro día leí una de las noticias relacionadas que era realmente hilarante. No recuerdo quién ni dónde ni cuándo (eso sí que son fuentes y no las de Eufemiano) tomó una de las pócimas que había preparado para sus pupilos y tuvo que ingresar directamente en la UCI.

Os dejo que tengo sangre en la nevera para autotrasfundirme.