Como estoy un poco empachado de análisis futbolísticos y en concreto de los clásicos y toda la manipulación que los ha rodeado en uno u otro sentido y como ya sabéis que aquí nos atrevemos con todo, vamos a hablar un poco de la operación para eliminar a Bin Laden y sus consecuencias.
Tras la intervención hecha con una precisión quirúrgica de un comando de los Estados Unidos para liquidar al líder de Al-Qaeda no he escuchado demasiadas voces en contra de ejecutar a alguien a sangre fría en un país extranjero y tampoco me preocupa porque tiene mal posicionar.
Lo que sí pensaba es el dineral que les hubiese costado llevárselo a los USA para juzgarlo. Imaginad qué medidas de protección para cualquier traslado del señor Osama al cual espero esté juzgando con equidad su Dios.
Todo ello sin tener en cuenta de qué hubiese dicho la legislación internacional de un secuestro en país extranjero.
Como colmo, querría añadir que vi a uno de los actuales líderes de los talibanes quejándose amargamente de la ilegalidad de lo que habían hecho los muchachos de Obama.
No sé si en cambio le parecerá bien el estrellar aviones contra edificios de otros lugares.
Es como si un jugador de fútbol está pisando en el campo a compañeros de profesión y luego los acusa de falta de fair play.
Total, que ahora dicen que el nuevo escenario puede beneficiar a los talibanes moderados.
A mí lo de talibán moderado me suena como a oxímoron. Me da la sensación que es como si uno dice que es un Boixo o un Ultra Sur moderado.
Teniendo en cuenta que talibán es el plural de talib -aunque aquí se ha adoptado talibán como singular y talibanes cuando hay más de uno- y que esa palabra significa estudiante, me declaro talibán moderado ya que en toda mi vida y lejos de radicalismos, he estudiado de manera más bien moderada llegando incluso en algunas materias y en un acto de gran humildad a no estudiar nada de nada.
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