Una entrada en la reventa 1000 € ...

... ver a tu equipo avasallar al Manchester United en la final de la Champions no tiene precio.
Ya estamos por casa y llega el momento del análisis aunque obviamente con el retraso ya lo tenéis todo más que visto y más que leído pero bueno, daremos una visión desde dentro.
El tema turístico me lo salto y me sitúo ya en la estación de Green Park para dirigirme con tiempo de sobra hacia el estadio.
El metro se va llenando de tal manera que a las cuatro o cinco paradas, ya hay gente que se queda fuera.
A falta de una o dos paradas para llegar a Wembley Park, empieza en mi vagón una tangana entre "aficionados" de los dos equipos. En realidad es más bien una pelea de tres o cuatro ciertamente limitada por la estrechez del habitáculo.
En cuanto las puertas se abren, salen a presión a darse de palos en el andén con la aparición de fuerzas de seguridad que yo no veo porque salgo raudo por otra puerta con las piernas temblorosas producto del mal rollo que han generado los exaltados.
Entonces está lloviendo con una cierta intensidad así que me enfundo mi chubasquero de los chinos y voy zumbando hacia el campo porque:
a) no he sabido nada de mi amigo José Toro y
b) no me quiero arriesgar a que haya otra refriega en zonas donde aún están las dos aficiones muy mezcladas.
Llego a las puertas del estadio y un personal ciertamente amable (la verdad es que en general el trato en Londres ha sido exquisito) hace un somero registro de la mochila y me indican por dónde tengo que subir con ¡ESCALERAS MECÁNICAS!
Me podrán hablar del encanto y el romanticismo del viejo Wembley (cosa que no pongo en duda aunque desconozco el tema) pero este nuevo es una auténtica maravilla.
La visión desde arriba es excelente que es donde estaban nuestras localidades ya que yo abajo no veo nada y encima eran las más baratas.
Allí me encuentro al bueno del Jose sentado en su sitio y me explica su lacrimógena historia de cómo había perdido el móvil y demás desventuras.
Pasamos el rato como podemos mirando el reloj aproximadamente cada tres minutos y da inicio el match.
Primero me gustaría felicitar a Ferguson por haber salido con un equipo generoso. No sé si le pediría consejo a Mou pero su planteamiento fue de salir a por el partido a ver si pescaba y si se ponía en ventaja, luego resguardarse.
Los primeros diez minutos de un cierto canguelo hasta que el Barça toma el control del encuentro y le da un repaso a los ingleses con le excepción del golazo que marcan los Reds en una combinación fantástica y a la velocidad de la luz.
Recital de Xavi y Messi, gol espectacular de Villa a pie parado emulando el Ronaldinho contra el Chelsea y latigazo brutal de Messi para ponernos por delante. Medio segundo antes de que el argentino disparase y enloqueciese él y la grada, mi citado compañero de sufrimiento y abrazos (en uno de ellos casi me lanza grada abajo) murmura muy suavito: chuta. Y chutó. Vaya que si chutó.
Ya tenemos cuatro y lo que no tenemos es fecha de caducidad. Que dure.