.

.

jueves, 5 de julio de 2007

Alegría de mear

Ojo, que hoy va poético el tema.
Estaba yo asomado al balcón, cosa que no acostumbro a hacer, cuando he divisado a un individuo que se acercaba sospechosamente a unos matorrales del parque con intenciones aviesas. Iba girando a la cabeza a izquierda y derecha y cuando ha visto que nadie le miraba (excepto alguien desde los balcones) se ha puestos a orinar/mingitar/mear tan alegremente.
Y es que no hay mayor placer que el de vaciar la vejiga en una situación de emergencia. Cabe reconocer la supremacía del hombre en estos menesteres ante de la dificultad natural de que una mujer lo haga rápida y disimuladamente. Eso sí, hay que hacerlo con un cierto respeto y teniendo conciencia lo que se tiene entre manos (nunca mejor dicho) ya que una bufeta tamaño XXL como la de mi compadre Pacheta podría provocar inundaciones y "esllevissades" de un terreno erosionado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me sorprende que no critiques al señor meón el hecho de que orine en medio del parque, donde luego puede acudir tu pequeña a jugar con sus amiguitos!!! Por cierto, el mencionado señor...¿no tendría barbota y se parecería a ET, verdad?

hostiamor dijo...

Es que a los parterres de los parques no se pueden acercar los niños porque los putos perros los tienen llenos de mierda por culpa de sus putos amos.
Negativo supongo que el señor de la barba podría haber aguantado hasta su casa.

El marqués dijo...

Yo saco a pasear a un perro y ni se me ocurre acercarme a un parque infantil. Qué gracioso el portugués/brasileño este que quiere vendernos camisetas, como se nota que no ha visto que ya tenemos.