Pues que viva la vida

Ya han repetido hasta la extenuación los gustos musicales de Guardiola.
Entre ellos destaca Coldplay y su canción Viva la vida. Para la crítica musical diríjanse aquí.
La que a mí me interesa es la faceta de motivador del entrenador del Barça.
Si esto fuese Estados Unidos, con otra temporada parecida que haga, se pone a grabar cintas en plan Great Motivator y a ganar dinero.
Y aunque no me guste la citada canción y los días de Champions patearías al encargado de megafonía debo destacar que ... (un momento que repaso el artículo) ... eso, Chris Martin, el cantante cuando lo he visto por la tele, transmite emociones.
Puede no gustarte pero no creo que se pueda decir que el tipo no está involucrado y sintiendo lo que hace. Y si no, que se lo digan a su pobre piano que debe acabar los recitales hecho unos zorros.
Pues eso mismo se ha trasladado en cuanto a entrega a los campos de fútbol por los pupilos del de Santpedor. Y encima asociando al trabajo una calidad sin par y unas ganas de títulos que no se veían desde los tiempos del prejubilado R10.
Y si para motivarlos hay que ponerles boleros (incluyendo a Luis Miguel), pues adelante que tampoco será mucho más grave que el invento ése del Boig per tu.
Y ya que he mencionado lo de la musiquilla en las previas de los partidos europeos, si alguien puede inciar la recogida de firmas o hacerse con un fusil con mira telescópica y acabar con el speaker que colocan para encabronarnos antes de los encuentros de Champions, por favor, que alivie nuestro sufrimiento.

En un resumen rápido de la jornada futbolística -recordemos que hay vida al margen del clásico- podemos constatar que el Valencia queda a tan sólo 22 puntos de la segunda posición ocupada por el Real Madrid y aún puede adelantarlo en la clasificación. Ah no, que esto no es baloncesto. Es que con esas distancias de puntos ...
En la zona de peligro siguen Osasuna y Betis emperrados en no dormir tranquilos. Es curioso. El Espanyol al que todos ahora damos por salvado sólo está un punto por encima de los béticos a los que vemos casi condenados.
Cosas de las dinámicas.