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domingo, 9 de diciembre de 2012

Corriendo bajo (y sobre) la nieve

Después de mucho dudar si sí o si no, al final he conseguido tener libre el viernes y montar un puente en condiciones para visitar a la familia en Maastricht como viene siendo tradicional en los últimos años. Precioso centro histórico donde los haya para una visita absolutamente recomendable. El caso es que el día antes de partir y viendo las previsiones de nieve le hice a mi hermano un último llamamiento desesperado a la cordura para dejarme las bambas en casa. Pero como somos gente brava y tras su desafío, pues el calzado de montaña a mi equipaje de mano y allá que vamos. El viernes, amanece efectivamente nevado y la precipitación va arreciando con el paso de los minutos. Hacia las diez y equipados con todo lo que podemos, arrancamos a correr en una nueva experiencia para engrosar mi currículo como runner. En ningún momento llego a pasar frío aparte del poco trozo de la cara que asoma y que a ratos va recibiendo el impacto de los copos con el viento en contra. Sensación maravillosa la de pisar la nieve virgen sin ninguna otra marca que alguna huella de los animalejos que circulan por el bosque. Debo confesar que antes de salir tenía una cierta sensación de ser el guiri que cada año casca víctima de un golpe de calor en Cádiz o Sevilla por salir a correr al mediodía con cuarenta grados a la sombra pero al poco de iniciar nuestro trote, me tranquiliza el ver que había algún otro corredor desafiando la climatología. Bueno, quien dice algún que otro dice uno pero encima empujando un carrito de bebé. En esas latitudes la gente no está por tonterías y siguen haciendo su vida normal. Si hay que salir se sale, si hay que ir en bici se va y si hay que correr, se corre. Aprovecho la ocasión que se me brinda desde este medio de masas para hablar de la intachable experiencia de volar con Ryanari. Tantos rumores para intentar eliminarlos por parte de sus competidores y nosotros no hemos recibido más que puntualidad y seriedad. Que llevas un equipaje que no cumple las restricciones. Pues lo debes prever o pagas. No me parece normal que en otras compañías haya gente que suba arcones de esos de los magos o hasta ataúdes. Que quieres ser la élite entre la purria como es nuestro caso, pues reservas tu plaza por unos eurillos más y entras el primero como un señor y encima hemos hecho los dos vuelos con seis asientos para los cuatro. Bueno, voy a colgar fotos.