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domingo, 10 de noviembre de 2013

XIX Marxa del Garraf

No se presentaba a priori de manera optimista mi tercera participación en la prueba organizada por la UME de Gavà. Ayer, todo el día con un dolor en las lumbares que persistía durante la noche con lo que ha hecho que lo poco que he dormido haya sido creyendo que hoy tocaba retirada o incluso no presentarse a la línea de salida. Para complicar aún más el tema y como estoy todo el día cambiando la hora del móvil para engañar al Candy Crush y que me dé vidas (¡me cago en la pantalla 125!) no me ha sonado el despertador. Por suerte, miro el teléfono a una hora cercana a la que tenía previsto y a mi desayuno de café con leche y tostada incluyo un ibuprofeno para la espalda. Salgo bien de tiempo y aun así cuando aparco y llego a la zona de entrega de dorsales ya hay una cola importante para tomar la salida y ni te cuento la de recoger la tarjeta que van marcando según se pasan los controles. Suerte de haber ido un día antes. Como en la cola está José Luis, acompañado del que será su liebre, me uno a ellos para estar charlando mientras llega la hora. La previsión de viento aún no ha llegado así que se está estupendamente. Al rato se nos unen Òscar y Antonio con los que haré buena parte del recorrido. Cuando faltan pocos minutos para el chupinazo que marca la salida, decido despojarme del cortaviento porque si no, me da mucho calor y hace que se me empape la camiseta. El resto, contagiados por el alarde, hacen los mismo. Encaramos la primera subida desde La Sentiu y veo que la espalda va bien así que a disfrutar/sufrir tocan. Con la goma del frontal que se ha dado de sí y me va bajando hasta aporrearme la nariz, tomo la decisión radical de hacerle un nudo y casi me exploto el cráneo. Consigo aflojarlo un poco y a seguir con el tema. Os omito el tema de la ingesta en los avituallamientos por repetitivo pero destaco que en uno de ellos se da un hecho que puede marcar mi vida atlética. Gavà TV tiene el buen criterio de entrevistarme después de muchos años de ser ninguneado por elprat.tv. Si lo acaban colgando, ya lo enlazaré. Bueno, si no he salido de pena. El recorrido va transcurriendo por los parajes habituales y yo voy haciendo la goma como también es habitual. Me descuelgo subiendo y si puedo o me esperan, los voy atrapando hasta que pierdo contacto en el ascenso a la Morella donde el viento ya soplaba de manera importante. Como he guardado fuerzas y me encuentro de maravilla, hago una bajada y unos llaneos a un ritmo muy interesante y contacto con mis compinches en el penúltimo avituallamiento donde me pongo yo a tirar y el que se descuelga es Òscar. Más adelante me doy el trompazo habitual sin consecuencias graves (a diferencia de un corredor que ha requerido de ambulancia in the middle of nowhere) y llegamos a meta en 6 horas y 26 minutos rebajando mi anterior plusmarca en ... ¡25 minutazos! Como podéis comprender, estoy tremendamente satisfecho.