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miércoles, 26 de febrero de 2014

VII Marxa del Montserratí

El domingo pasado descubrí una nueva cita montañera que sale de Esparreguera (mira, un pareado). Los últimos años a estas alturas de la temporada estaba totalmente centrado en el asfalto para la gran cita de la temporada como es (era?) la Marató de Barcelona. Como este me lo he tomado de una forma más relajada para no llegar con la sobrecarga del año pasado y sin duda ayudado por el hechor de no pagar y correr con el dorsal de otro, he podido disfrutar de esta Marxa del Montserratí que consta de una distancia de 13 y otra de 21 kilómetros. Como siempre, opté por la larga para que no se diga y como nunca, fui acompañado por mi buen amigo Juan Luis. Bueno, fui acompañado hasta la línea de salida porque: 1. Él es mejor atleta que yo en cualquier distancia y 2. Tenemos unas configuraciones o setups radicalmente diferentes. Donde uno va mejor subiendo, al otro le cuesta y en bajada, lo mismo pero al revés. En la zona de salida mucha gente. Más de 1000 personas congregadas entre las dos distancias pero veo que hay mucha gente que lo tomará como lo que en realidad es y en vez de correr, lo hará a un ritmo más tranquilo de marxaire. Eso también lo podremos comprobar en la clasificación. Bueno, lo podremos comprobar si nos tomamos la molestia de ordenar el listado que aparece en orden alfabético y en una tabla de excel elegimos que seleccione la columna tiempo de menor a mayor. Eso nos muestra que de los 500 de la marxa larga, yo estoy sobre el 70 con lo cual ya os podéis hacer una idea del nivel. El recorrido en general bien, agradable con un primer avituallamiento quizá demasiado pronto para mi gusto y que por una vez omito, un segundo que daba ganas de abandonar y quedarse allí por lo bien provisto que estaba de donuts y cuatro o cinco más con lo básico. Eso sí, aquarius y coca-cola de marca la cual cosa se agradece porque hay sitios que las bebidas isotónicas saben a suero para la gastroenteritis. El paisaje bien, con la sorpresa de aparecer en Collbató y una dureza y una dificultad técnica medio-bajas que también resultan agradables para no tener que sufrir ni tener el temor de realizar un aterrizaje forzoso. El promedio de 6'22" el kilómetro comparado con los 8'55" de la anterior cursa de montaña nos da una aproximación a su asequibilidad si es que existe tal palabra.

lunes, 3 de febrero de 2014

Mitja Granollers 2014 o una Behobia a la catalana

Hacía 15 meses que no corría una media maratón de asfalto y diez años que no iba a Granollers. Literalmente diez años. Es la suerte de que uno se apunte todo lo que hace a nivel atlético. El caso es que el sábado el amigo Tony me escribe que hay un dorsal libre. Un corredor ha sido operado recientemente del menisco y como a esta carrera hay que apuntarse con meses de antelación, pues no será de la partida. Como soy un hombre fácil, acepto bajo la premisa de no soltar un duro por el dorsal. Mucha gente se apunta por los regalitos y a mí me dan lo mismo. Así, el domingo me encuentro con el lesionado Amorós que me ofrece su número (detallazo de su parte) y su posición en el primer cajón de salida. Diríamos que es algo...bastante...mucho más rápido que yo así que declino su ofrecimiento de chip para que no quede registrado mi tiempo y le puedan sacar los colores. El tema parking está bien resuelto aunque es básicamente aparcar por una zona industrial y luego seguir el reguero de gente hacia la línea de salida. La hora de arranque es excelente. Cerca de las 11 de la mañana con lo que no hace falta ni ponerse despertador para estar allí con tiempo de sobra. Lo que no tiene mucho sentido es lo de los cajones. Vamos, que hay muchísimo más control para acceder a los de la cursa del Corte Ingles que a esta. Puedes entrar donde quieras sin problema para gran alivio mío que no quería ver cómo salían como perros los del vallado rojo quedándome yo el último tirado. El circuito, de clara tendencia de subida en su primera mitad y de claro descenso en la segunda con algunos toboganes entre medio para acabar de reventar al personal. Y si ello aún no bastase, al finalizar el ascenso, un tramos de pavés (adoquines) como si fuera la Liège Bastogne Liège ciclista. Lo que me ha parecido espectacular ha sido la afluencia de público en los tramos urbanos. Ahí está la similitud con la gran carrera vasca del título. A nivel personal, más que satisfecho con mi 1h36'46" que rebaja en 8 minutos lo que hice hace un década. Quizá es por eso por lo que tenía en el recuerdo tan malas sensaciones de la prueba. Debí pegar una explosión de narices.