.

.

lunes, 16 de junio de 2014

VIII Marxa del Cap de Rec

Tercera participación en esta marxa de las cuales dos en su formato original.
Digo esto porque el año pasado y coincidiendo con mi huelga indefinida de escritura en plan personal laboral de Panrico vimos profundamente modificado el itinerario por culpa de las persistentes nevadas que se habían producido hasta pocas semanas antes de la prueba. Una pena y un alivio ya que la diferencia es abismal.
A lo que iba. Después de hacerla hace dos años, me prometí a mí mismo que el Perafita y yo saldaríamos cuentas yendo yo armado de dos bastones. El resultado final como no podía ser de otra manera, es que me ha vuelto a vapulear.
A la tercera va la vencida y encuentro el equilibrio justo entre la hora de levantarme y la de llegada a la zona de salida para recoger la tarjeta de paso.
En el coche me cambio y me como unas cuantas galletas de esas rellenas de mermelada. O sea, pims pero del lidl y viendo el fresquito que hace, estoy con el cortavientos que después llevaré en la mochila (just in case) justo hasta antes de salir donde me pongo una de las prendas estrella de mi armario atlético: los manguitos.
Arrancamos con el amanecer en descenso a Viliella donde aprovecho para coger energías con chocolate y coca (de la de comer, claro).
No seguiré con la explicación del recorrido ya que eso queda mucho más claro en las definiciones del recorrido de la página web de la marxa.
Sí puedo insistir en la belleza del primer ascenso que lleva hasta cerca de 2.500 metros y de la cual adjunto una foto donde se puede constatar que en no menos de tres pequeños tramos hemos transitado sobre la nieve.
Total, que yo voy regulando y guardando fuerzas con la excusa de que lo que queda por delante es durísimo y aprovecho para hacerme el chulo y el experto explicando a quien me quiere oír que hay que tener mucho respeto a lo que resta (bueno, la verdad es que sólo se la explico a un compañero que va transitando con su mujer).
Con estas premisas, llego al avituallamiento de Andorra con la sensación de llevar las piernas bastante mejor que en la edición de 2012 y tras echar unos 8 minutos comiendo y bebiendo a saco, continúo mi camino que me lleva al inicio del puerto del Perafita. Primer tramo de ascenso de unos 5 kilómetros con 1.000 metros de desnivel, tomar aire en el refugio y seguir unos 2 kilómetros para sumar unos 500 metros más de desnivel. Vamos, para cagarse.
Sobre todo en la primera parte me encuentro mucho más entero que en la anterior edición aunque la final ya es de una agonía total y cuestión de ir a pasitos pequeños para no disparar las pulsaciones. Yo no llevo pulsómetro pero cuando uno acelera, el corazón empieza a retumbar por todo el cuerpo como un tambor.
Sólo queda ya coronar, un descenso infernal y unos kilómetros cómodos donde apenas puedo arrancar a correr.
El resultado final de 10 horas y 14 minutos me sorprende en parte ya que a pesar de haber reservado, mi marca era de 9 horas y 51 minutos. Hasta hoy no compruebo que según mis relojes, la edición de este año tiene unos 700 metros de diferencia lo que depende de la zona pueden ser desde cuatro hasta veinticinco minutos.
Cualquier obstáculo en un camino puede hacer que haya que variar la ruta y salga una diferencia en la medición de la prueba.
Emplazamiento publicitario: Tengo que probar si el refresco de cola del Carrefour sabe tan bueno cuando uno no lleva el cuerpo dando alertas y aprovecho para recomendaros unas barritas de cereales y chocolate de la misma marca que están buenísimas y que me comí a falta de un par de kilómetros para meta cuando ya no podía aguantar el hambre.

domingo, 1 de junio de 2014

III Cursa ecològica de muntanya. Molins de Rei

¡Menudo título para empezar! Casi me quedo sin fuerzas para redactar el resto de la entrada.
Trece días para participar en la Marxa del Cap de Rec así que hace unas semanas empiezo a rastrear en el calendario alguna carrera de montaña por encima de los 20 kilómetros y me quedo tras la primera criba con dos candidatas. Una demasiado lejos y la otra demasiado cara.
Sigo sondeando el mercado y me encuentro con la prueba de Molins que si no me equivoco, se estrenará en la distancia de 25 kilómetros, tiene un precio más que razonable y además está a escasos 11 kilómetros de Cervelló que es donde estaremos pasando el fin de semana.
Así, en un momento me planto en la zona de salida y recojo la bolsa del corredor que lleva ni más ni menos que un buff original, un fuet y algún que otro producto más.
Quien haya visto algunas de las fotos que cuelgo sabrá que soy muy fan de llevar la cabeza protegida por esa prenda cuando pega el sol o el cuello cuando hace frío.
Además, necesitaba reponer alguno de los que ya tengo que a hecho muuuuuuchos kilómetros conmigo. El fuet siempre va bien.
Después de estos días de lluvias, amanece un día radiante y como han anunciado un estrechamiento al poco de comenzar, me sitúo más hacia delante de lo que en mí es habitual.
Aun así, si yo hago el intento de salir más rápido, el resto hacen lo propio total para nada porque en el paso de la riera no hay ningún problema para seguir al ritmo que cada uno quiera.
En general y para no aburrir, carrera agradable, con continuas subidas y bajadas pero sin grandes desniveles continuos.
Esto me provoca una sensación que intentaré trasladar haciendo una metáfora ciclística. Si voy andando voy como sobrado pero si voy corriendo, el cardio se acelera y los músculos se resienten. O sea que si llevas el plato pequeño vas haciendo el molinillo pero con el del medio vas atrancado.
Hay que tener en cuenta que los buenos montarían un desarrollo de 55-12 con un plato grande como una paellera (al menos es lo que se movía en los tiempos de Induráin) mientras que mi plato grande sería como un plato de postre.
Misma sensación en lo meteorológico. En una zona donde los árboles dan sombra pero hay parte donde toca el sol te pones en la sombra y dices: Joder qué frio. Te pasas a la zona del sol y dices: Hostia, qué calor.
Ah, olvidaba decir que en uno de los tramos más técnicos (que tampoco eran muchos ni muy complicados) y con la chulería del esto está chupao, me he pegado un resbalón en el suelo húmedo para acabar sentado. Sin consecuencias.
En definitiva: cursa muy bien montada y muy bien señalizada. Avituallamientos un poco justos durante el recorrido pero muy bien en meta. Recomendable.



jueves, 15 de mayo de 2014

El gran capità

Hace muuuuuucho tiempo que no escribo nada referente al mundo del fútbol pero la despedida definitiva de Puyol bien merece una excepción
Se va el gran capitán del que fuera equipo perfecto y ahora no es más que un equipo vulgar que se maneja mejor en la preparación de asados que en la preparación de partidos.
Sufrieron algunos jugadores como Puyol y Xavi la travesía del desierto en la que estuvimos cinco interminables años sin ganar ningún título e inventándonos retos como el de ganar la UEFA (y ni así).
Y tras esas temporadas aciagas en las que los antes mencionados se mantuvieron fieles y firmes en su propósito de triunfar aquí, llegaron los éxitos.
El caso de Puyol es el paradigma de la constancia, la lucha, el tesón, ... pero creo que como decía el anuncio aquél de Cola-Cao, debe ser igual en la vida como en el deporte.
Por eso, seguro que le irá bien en lo que haga o como mínimo, estoy convencido de que lo entregará todo.
El capitán ha estado enorme hasta en el medio donde peor se desenvuelve que es ante los ídems (medios).
Ha agradecido a diestro y siniestro. Sin rencores a diferencia de la carta que no he leído ni me interesa de Víctor Valdés. Por eso, para mí uno es eterno, el otro no. Y eso a pesar de que el futurible del poderoso Mónaco haya sido el mejor portero que he visto en la historia del club.
De Puyol se están repasando continuamente las imágenes del gol de cabeza en el Bernabéu el día del 2-6 y el beso al brazalete, la parada imposible de pecho, la cesión de recogida de copa a Abidal en Wembley, ...
Para ser un poco original, yo me quedo con uno de los múltiples días en que lucía máscara supongo que por fractura de pómulo en que se hartó de las molestias de la protección, se la arrancó de la cara que se había partido por su equipo y la arrojó al suelo.
Ya ha anunciado el casi ex-5 del equipo que el sábado no jugará ni un minuto. Si yo fuese su entrenador lo convocaría y le diría al resto de la plantilla: "Si tenéis algo de dignididad y amor propio, haced el favor de poneros tres goles por delante para que vuestro capitán pueda salir a recoger el trofeo de campeón."

lunes, 12 de mayo de 2014

II Cursa dels Cingles de Bertí

Segunda edición y segunda participación en esta carrera de montaña que tiene inicio y final en Riells del Fai.
Como en la del año pasado estaba en huelga de escritura, hago un pequeño introito (como si a alguien le interesase) del porqué de mi primera inscripción.
Resulta que estamos más o menos a un mes de mi gran reto montañero anual que no es otro que la Marxa del Cap de Rec que tendrá lugar el 14 de junio en Lles de Cerdanya. El año pasado las fechas eran parecidas y surgió en el calendario la carrera del Cingles (no confundir con singles ya que se puede correr ostentando cualquier estado civil) de 21 kilómetros que me encantó.
Como comprenderá el avispado lector, prueba de que me encantó es el hecho de repetir.
Encima, mejora en la distancia que se va hasta los 25 kilómetros y los 1.200 de desnivel positivo con lo que se convierte en un entrenamiento óptimo. No quiero decir con esto de entrenamiento que me lo tome a guasa. Yo es que no doy mucho más de mí.
Recorrido exigente con unas de las vistas más espectaculares que me he encontrado por esos mundos y una organización más que aceptable.
Descampado al que se le otorga el nombre de parking que facilita el desembarco de corredores y este año se incorpora el servicio de guardarropa.
Los avituallamientos son correctos en cantidad y calidad aunque el primero se ve un poco desbordado por el hecho que hay una única persona llenando vasos.
A la llegada esto se supera con creces ya que a la botifarra, se le suma el esforzado voluntario que está sirviendo cervezas a diestro y siniestro.
Yo me tomé dos claras, que para mi standard, cuenta como si hubiese salido una noche de fiesta.
Ah, que me olvidaba, buenas sensaciones; tiempo de 3 h 11' 52" para una posición 209 a mitad de la prueba y una posición 179 de 273 participantes en la línea de meta.

lunes, 14 de abril de 2014

Marathon trail cursa de la Talaia

Debut en la cursa de la Talaia de Vilanova y como soy así de chulo, lo hago en la primera edición de la prueba en la distancia de 43 kilómetros.
Ni siquiera tengo muy claro el porqué de apuntarme a la larga cuando después de la Marató de Barcelona he salido escasamente tres veces por montaña pero bueno, peor elegí las opciones sobre lo que debía estudiar y al final aún lo pude enmendar.
Total que los días previos, iba mirando desniveles y demás para constatar que iba a ser una prueba dura (como no puede ser de otra manera) pero que encima iba a contar con un corte en el kilómetro 30 que haría abandonar a quien llevase más de 4 horas y media que se suma al miedo provocado por las escasas 97 inscripciones y la calificación de dificultad técnica muy difícil de la web.
Llego pronto al camping Vilanova Park, recojo mi dorsal cuando prácticamente están montando el chiringuito y me acabo de cambiar tranquilamente en el coche.
En el briefing previo a la salida vuelven a recalcar lo del corte del 30 y la dificultad técnica de lo que literalmente en estas competiciones es "anar pel pedregar".
Salgo a mi ritmo y voy muy a gusto hasta el kilómetro 18 aproximadamente donde cuatro nos vamos de excursión por una subida infernal que por lo visto sólo hemos intuido nosotros con un desnivel increíble. Vuelta a bajar por esa especie de tobogán para meter más presión sobre si superaré el margen de las 4:30.
A medida que avanzan los kilómetros, la fatiga y el calorazo que hace, me voy convenciendo que me lo tomaré como un súper entrenamiento y en el 30 me iré a comer con la familia. Mentalmente no lo tomo como un abandono aunque iría en contra de mi pensamiento que si no hay lesión, no se deja una prueba a medias.
Seguimos el camino y el control de paso no aparece por ningún lado y los voluntarios tampoco saben de él (¿será algo mitológico como la tarjeta roja a Xabi Alonso?) así que llegamos a la conclusión que será el escoba el que marque el tope pero se desvanece la opción de la retirada ya que yo pensaba que el bucle empezaría de nuevo a la altura de la salida y no es así ni por el forro.
Con lo cual y a falta de unos 10 kilómetros para acabar, vuelvo a poner la cabeza en modo sufrimiento y en pos de la meta que voy para acabar cruzándola con un tiempo oficial de 6h 20' 14" en el puesto 67 de 78 que la acaban y aun así, con la emoción propia del esfuerzo realizado.
La organización en general muy bien aunque en un par de los numerosísimos avituallamientos nos hemos encontrado con el agua racionada porque por lo visto no habían echado bien las cuentas. Punto a mejorar ya que en un día como el de ayer no podemos tomar riesgos a que a alguien le dé un golpe de calor o se deshidrate.

lunes, 17 de marzo de 2014

Marató de Barcelona 2014

Séptima participación personal en la competición barcelonesa si bien ha sido la primera en la que he corrido bajo pseudónimo. Un amigo que es asegurado de Zurich se apuntó por aquello de a ver si le entraban las ganas de preparar el evento y al final he sido yo el que he padecido los rigores maratonianos.
Al recoger el dorsal fui a incidencias para cambiar su código por el de mi chip ya que este año anunciaban que se podría seguir la prueba en vivo con la información del tiempo de paso por los distintos parciales. Como es habitual, no ha funcionado.
El caso es que el domingo, me planto en la línea de salida muy bien mental y muscularmente ya que no he abusado de tiradas largas en los entrenamientos con lo que no ha sido una preparación tan exigente como otros años.
Además, me propongo salir a un ritmo muy tranquilo por dos motivos:
1) va a hacer calor y
2) si sufro una fracción de lo que sufrí el año 2013, no volveré a correr una maratón de asfalto.
Mi objetivo mental es cruzar la media maratón en 1h 50'. ¿Y en cuánto la paso? Pues en 1h 50' que para eso soy un hombre de palabra. Puede que si me mentalizo en cruzarla en una horita acabe ganando la carrera. Lo pensaré de cara al año que viene.
Van cayendo los kilómetros y mi reducido pero entregado club de fans me va disparando en pos de la meta al lado de mi amigo Sergio con el que compartimos al principio tertulia y luego silencio hasta el kilómetro 37 donde le meto el hachazo definitivo (esto último es broma pero es para darle un aire como más de cima del Tour de Francia).
El tiempo final de 3 horas y 44 minutos me deja más que satisfecho sobre todo por el hecho de no haber tenido que parar a pesar de que en los últimos kilómetros la tentación es poderosa. Las pocas amenazas de rampa en los cuádriceps de la pierna izquierda son reprimidas como se arreglaban antes las teles, un par de puñetazos y a seguir rodando.
Ahora toca hacer un poco de running ficción.
A base de experimentar con mi propio cuerpo voy llegando a la conclusión que lo que marcará mi tiempo final es la primera media maratón o como mucho los primeros 25 o 30 primeros kilómetros. Ayer notaba que iba a un ritmo muy cómodo pero ¿qué hubiese pasado si le hubiera recortado cinco minutos al primer parcial? Puede que hubiese redundado directamente sobre el crono o puede que hubiese explotado.
Eso ya nunca lo sabremos. Lo que sí que sé es que al final iba igual de machacado muscularmente como si hubiese ido más rápido.
Hay mucha gente que estará echando la culpa de su marca al calor. Yo como esa excusa la uso para el frío no sería justo utilizarlo en esta ocasión. Eso sí, salí con una botella de powerade y mis padres me entregaron otra en el kilómetro 17 ya que beber en los vasitos de cartón es un drama.

lunes, 10 de marzo de 2014

Las líneas rojas de la línea azul

He participado en seis de las últimas siete ediciones de la Marató de Barcelona, cinco de ellas de forma consecutiva y he venido detectando una degradación progresiva en la atención al participante. Quizá el hecho culminante fue el trato del año pasado con el tema del guardarropa. Siete y pico de la mañana chispeando y resulta que habían decidido que al guardarropa se entraba ya cambiado y no podía uno guarecerse del agua. O sea, a cambiarse en la calle a diferencia de los años precedentes en los cuales podías estar sentado o tumbado tranquilamente en la moqueta del pabellón mientras tecambiabas y aplicabas la vaselina o te ponías el esparadrapo de rigor además de estar pasando los nervios en compañía de otros corredores. Ah, y lo de las esponjas fue de auténtica risa. Resulta que te la daban en la bolsa del corredor y tenías que llevarla contigo durante el recorrido. ¿Dónde? Ciertamente no lo sé. Intento encontrar en la página web de la presente edición el tradicional recorrido por calles y el plano para calcular sobre él los tiempos de paso para familiares y dicho plano no existe. Aparece uno lastimoso con los kilómetros donde hay avituallamiento y punto. El número de inscripciones ya ha quedado frenado sin duda por el precio pero donde constataremos aún más el descenso es en el número de finishers. No perdamos de vista que han regalado cientos de inscripciones vía asegurados de Zurich y trabajadores de la Caixa o Caixa Bank o como se llame. En el universo estadístico de mi entorno, hay cinco personas apuntadas por esta segunda vía de las cuales sólo dos tienen opciones de terminar. ¿No sería mejor premiar la fidelidad de quienes ya han participado en una o varias de las ediciones anteriores ofreciendo una reducción de la inscripción? Puestos a recortar los gastos, me recuerda mi amigo Oscar, que han recortado hasta con el speaker y es probable que la medalla en línea de meta sea un euro de esos de chocolate. Que no se engañe nadie. En el mundo de la organización de eventos deportivos no se muere de éxito. Se muere de codicia y de desidia. Es verdad que a esto no obligan a nadie y si no estás satisfecho (como es mi caso) es tan sencillo como no apuntarse pero debía este escrito del año pasado donde sí había pagado.

jueves, 6 de marzo de 2014

II Mitja marató del Prat

Con eso de no preparar la maratón de Barcelona como si fuera un profesional para acabar haciendo un tiempo de todas formas mediocre, estoy conociendo un mundo del correr mucho más agradable. Así, el año pasado y tras haber hecho los 30 kilómetros de la Maratest de Badalona, obvié la primera edición de una media que nos han puesto (como todas las disciplinas atléticas del pueblo) al ladito de casa. El año de mi debut me encuentro con una carrera que no tiene nada que envidiar en cuanto a organización ni participación a pruebas de mucho mayor antigüedad. De hecho, se solapó con la que era un auténtico clásico del calendario como son los 21.097 metros de Gavà que a mí personalmente cada vez me gustan menos. Pues lo dicho, participación similar alrededor de los 800 runners y tiempos también por el estilo aunque creo que algo más rápido el ganador de la nuestra. En lo personal, planteamiento de no sufrir en absoluto para hacer 1 hora 45 minutos o menos así que salgo a un ritmo aproximado de 4'50" que me permite visualizar el mundo de una manera algo diferente. Desde ir corriendo por las calles del pueblo jugando a ver si conoces a alguien a ver cómo hay gente que opta por sufrir como perros para arañar diez segundos con una respiración que parece los vaya a llevar al infarto en cualquier momento. El recorrido es correcto. Por lo visto, el año pasado el final era por zona industrial la cual cosa castiga mucho mentalmente así que este año con buen criterio lo han invertido y ese tramo feo lo pasas al principio cuando aún vas fresco. La primera parte discurre coincidiendo con lo que es la cursa de Festa Major hasta que enfila el camino hacia la playa hasta el último de los miradores. Por suerte, el viento no se hizo de notar porque en esa zona puede incordiar bastante y hacia el kilómetro 15 y como me encontraba fuerte, decido apretar el paso para irme a por el guía de la hora y cuarenta minutos al que acabo dando caza a falta de unos 800 metros para la llegada. Mi tiempo final es de todas formas de 1h 40' 05" con el que estoy más que satisfecho. Pongo una foto para que se vea el nivel que me exigí en la competición.

miércoles, 26 de febrero de 2014

VII Marxa del Montserratí

El domingo pasado descubrí una nueva cita montañera que sale de Esparreguera (mira, un pareado). Los últimos años a estas alturas de la temporada estaba totalmente centrado en el asfalto para la gran cita de la temporada como es (era?) la Marató de Barcelona. Como este me lo he tomado de una forma más relajada para no llegar con la sobrecarga del año pasado y sin duda ayudado por el hechor de no pagar y correr con el dorsal de otro, he podido disfrutar de esta Marxa del Montserratí que consta de una distancia de 13 y otra de 21 kilómetros. Como siempre, opté por la larga para que no se diga y como nunca, fui acompañado por mi buen amigo Juan Luis. Bueno, fui acompañado hasta la línea de salida porque: 1. Él es mejor atleta que yo en cualquier distancia y 2. Tenemos unas configuraciones o setups radicalmente diferentes. Donde uno va mejor subiendo, al otro le cuesta y en bajada, lo mismo pero al revés. En la zona de salida mucha gente. Más de 1000 personas congregadas entre las dos distancias pero veo que hay mucha gente que lo tomará como lo que en realidad es y en vez de correr, lo hará a un ritmo más tranquilo de marxaire. Eso también lo podremos comprobar en la clasificación. Bueno, lo podremos comprobar si nos tomamos la molestia de ordenar el listado que aparece en orden alfabético y en una tabla de excel elegimos que seleccione la columna tiempo de menor a mayor. Eso nos muestra que de los 500 de la marxa larga, yo estoy sobre el 70 con lo cual ya os podéis hacer una idea del nivel. El recorrido en general bien, agradable con un primer avituallamiento quizá demasiado pronto para mi gusto y que por una vez omito, un segundo que daba ganas de abandonar y quedarse allí por lo bien provisto que estaba de donuts y cuatro o cinco más con lo básico. Eso sí, aquarius y coca-cola de marca la cual cosa se agradece porque hay sitios que las bebidas isotónicas saben a suero para la gastroenteritis. El paisaje bien, con la sorpresa de aparecer en Collbató y una dureza y una dificultad técnica medio-bajas que también resultan agradables para no tener que sufrir ni tener el temor de realizar un aterrizaje forzoso. El promedio de 6'22" el kilómetro comparado con los 8'55" de la anterior cursa de montaña nos da una aproximación a su asequibilidad si es que existe tal palabra.

lunes, 3 de febrero de 2014

Mitja Granollers 2014 o una Behobia a la catalana

Hacía 15 meses que no corría una media maratón de asfalto y diez años que no iba a Granollers. Literalmente diez años. Es la suerte de que uno se apunte todo lo que hace a nivel atlético. El caso es que el sábado el amigo Tony me escribe que hay un dorsal libre. Un corredor ha sido operado recientemente del menisco y como a esta carrera hay que apuntarse con meses de antelación, pues no será de la partida. Como soy un hombre fácil, acepto bajo la premisa de no soltar un duro por el dorsal. Mucha gente se apunta por los regalitos y a mí me dan lo mismo. Así, el domingo me encuentro con el lesionado Amorós que me ofrece su número (detallazo de su parte) y su posición en el primer cajón de salida. Diríamos que es algo...bastante...mucho más rápido que yo así que declino su ofrecimiento de chip para que no quede registrado mi tiempo y le puedan sacar los colores. El tema parking está bien resuelto aunque es básicamente aparcar por una zona industrial y luego seguir el reguero de gente hacia la línea de salida. La hora de arranque es excelente. Cerca de las 11 de la mañana con lo que no hace falta ni ponerse despertador para estar allí con tiempo de sobra. Lo que no tiene mucho sentido es lo de los cajones. Vamos, que hay muchísimo más control para acceder a los de la cursa del Corte Ingles que a esta. Puedes entrar donde quieras sin problema para gran alivio mío que no quería ver cómo salían como perros los del vallado rojo quedándome yo el último tirado. El circuito, de clara tendencia de subida en su primera mitad y de claro descenso en la segunda con algunos toboganes entre medio para acabar de reventar al personal. Y si ello aún no bastase, al finalizar el ascenso, un tramos de pavés (adoquines) como si fuera la Liège Bastogne Liège ciclista. Lo que me ha parecido espectacular ha sido la afluencia de público en los tramos urbanos. Ahí está la similitud con la gran carrera vasca del título. A nivel personal, más que satisfecho con mi 1h36'46" que rebaja en 8 minutos lo que hice hace un década. Quizá es por eso por lo que tenía en el recuerdo tan malas sensaciones de la prueba. Debí pegar una explosión de narices.