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miércoles, 29 de agosto de 2007

Presunción de inocencia

Empiezo a notar algunas vocecillas que débilmente empiezan a hablar de sospechas sobre la muerte del futbolista Antonio Puerta. Me parece una aberración poder pensar eso al menos de momento y sin ninguna prueba que lo avale.
La muerte súbita es un suceso que se da de forma regular, aunque en una cantidad bastante pequeña, y sobre todo en deportistas que llevan su organismo a esfuerzos extremos. Está claro que el que se pasa todo el día en el sofá no se va a morir de un sobreesfuerzo ni de un golpe de calor.
Estamos llegando a un punto de cinismo en que si se muere un deportista es que se ha drogado, si desaparece una niña pequeña es que la han matado los padres, si una mujer lleva un golpe es que el marido le ha zurrado, si una mujer asciende en una empresa es porque ha hecho guarreridas con sus jefes, etcétera, etcétera.
Difama que algo queda.

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