Olimpiada (epílogo): Caminante no hay camino

Se hace camino al andar.
Ese debe ser el lema que tiene el equipo estadounidense de baloncesto en sus habitaciones e incluso tatuado en la piel.
Se han hartado los norteamericanos a cometer la infracción de los pasos en todo el torneo aunque se les ha señalado en pocas ocasiones.
Y a ver quién defiende a Kobe Bryant si recibe la pelota en medio campo, da dos pasos y empieza a botar en la línea de 3 puntos rival y con la carrera lanzada.
En fin, que magnífico resultado la plata para la generación de oro basketbolística.

De los últimos resultados me ha chocado especialmente el puesto número 72 en la maratón de José Ríos. Intuyo que habrá sufrido una pájara de cuidado porque ha hecho 2'32'35, tiempo que muchos populares podrían mejorar o al menos acercarse mucho.

Y de la Fórmula 1 qué decir. A las primeras de cambio Nakajima ha decidido destrozar el monoplaza de Fernando Alonso que ha sido el único abandono hasta que Ice Man (a partir del año que viene podría ser Iced Vodka Man) ha reventado el motor después de atropellar a uno de sus mecánicos en un repostaje. Sin duda la imagen de la retransmisión, la de la alcaldesa de Valencia levantando la manita y venerando al Dios Ecclestone. Corría el peligro esa mujer de que la confundiesen con una de las pitbabes o señoritas que aguantan la sombrilla (y puede que otras cosas) de los pilotos.

Ah, y a nivel particular, esta mañana hemos ido a hacer la Cursa de Castellbisbal que son los 6.200 metros con más toboganes que conozco.