Por lo visto Hleb (хлеб en cirílico) significa pan.
Pues me parece que el que nos vendió el Arsenal no tiene sal. Por su color de piel iniestesco también podríamos deducir que está crudo y por el poco interés en meter el pie en balones divididos sacaríamos la idea de que está blando.
Diferenciar de está hablando (como el lamentable chiste) ya que dicen que tiene problemas de integración y con el idioma. Pues que no se moleste en aprenderlo y lo devuelvan a la Premier.
Pedro aporta muchísimo más que él.
Saltamos de tema que es tarde y hoy hay varios asuntos en el tintero. El segundo se relaciona con el anterior ya que han pintado la verde todos los aledaños de la Facultad de Empresariales de la UB, es decir, el Campus Nord.
Pobres de los universitarios que fuesen en coche a la facultad al salir de trabajar. Les va a suponer dejar los estudios o pagar cada día más en parkings de los que cobran en sus empleos.
Menos mal que todas esas políticas de Barcelona las aplica un gobierno de izquierdas, que si no ...
Y por último, esta mañana se ha disputad el Cross de Sant Boi. Casi seis kilómetros de un continuo rompepiernas muy divertido para mi gusto pero que ha dejado a más de uno planchado.
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3 comentarios:
Disiento en lo de Hleb. ¿Por qué juega de extremo? Él es volante, como Xavi, Cesc o Iniesta. Vale, el de albacete puede jugar de extremo, pero no todo el mundo sirve para más de una cosa. Como poner a Gudjohnsen de 9, que el hombre no rascaba una.
Tiene toda la razón en que no puede jugar de extremo (yo me temo que de nada).
Si queremos abrir las bandas, que juegue Pedrito.
Espero que su fe tenga recompensa pero creo que va a ser difícil ver al bielorruso jugando en el centro del campo.
Tiene por delante a Xavi, Iniesta, Keita, Touré, Busquets y yo diría que hasta a Gudjohnsen.
Exacto, hay competencia en la medular, luego... ¿para qué coño le hemos fichado? Pedrito aparte, podríamos habernos hecho con un extremo de verdad, como... no se m eocurre ninguno. Igual es que ahora no hay.
Bueno, sí, Robben el breve. Y Arshavin, que tampoco es extremo pero da el pego.
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