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martes, 23 de septiembre de 2008

Papá Bernardo

Poco antes de su marcha, dijo Robinho que Schuster no era su padre, que sólo era su entrenador.
Debía andar el germano con las hormonas un poco alteradas ante la inminente paternidad y por eso quería adoptar al brasileño.
Ayer tuvo Bernardo a su quinto retoño. Una niña llamada Victoria.
Si hace unos días hablábamos de la precocidad de los futbolistas en ser padres, parece que no se aplica el mismo criterio para los entrenadores.
Esta hija del entrenador del Madrid se lleva veinte años con la última que había tenido con su esposa-representante Gaby de la que las malas lenguas decían que era como un oficial de las SS.
A punto de cumplir los 50, confirma una vez más mi teoría del peligro de los hombres que padecen crisis a según qué edades y que se juntan con mujeres más jóvenes cuyo reloj biológico reclama a gritos la maternidad.
No me gustaría estar en su pellejo ni en el de cualquier cincuentón que se encuentre cambiando pañales y recogiendo vomitonas.
Salud para la niña y que su nombre sea un presagio justo de lo contrario a nivel futbolístico.
Ah, y si alguien puede aportar algún dato de Julito Salinas bailando, será bienvenido. Le he oído decir en la radio que entrena tres horas diarias, que según él mismo reconoce, es mucho más de lo que practicaba cuando era futbolista.
Qué recuerdo tan entrañable el de Luis Aragonés diciendo: "Julio Salinas es tonto de baba". Lástima que esas épocas pasadas no estén en youtube.
Como dice Andrés Montes; vaya Bon vivant que es Salinas.

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