Fin de ciclo

Se acaba la época de Frank Rijkaard como entrenador del Barça. Como en el fútbol hay poco memoria histórica y tendemos a retener tan sólo lo que ha ocurrido las últimas semanas, vale la pena recordar un equipo campeón con jugadores comprometidos que incluso aguantó una temporada con doce jugadores de un primer equipo asolado por las lesiones.
Está claro que un proyecto como el del entrenador holandés se basa más en la psicología y la generosidad/solidaridad de sus jugadores que en trabajos tácticos. Si recibes a cambio compromiso de la plantilla, todo va bien pero a la que empieza a escaquearse la gente, empiezan los malos rollos y lo de que si este no va, yo tampoco.
Que tenga mucha suerte dondequiera que vaya. No tengo duda de que todo le irá bien leyendo la avalancha de crónicas que hacen referencia a su "bonhomia".

El otro ciclo que ya ha llegado a su fin es el expansivo económico o sea, las vacas gordas. Ahora que toca apretarse el cinturón, no deja de sorprenderme cómo los ministros de economía de turno salen y van rectificando alegremente las previsiones macroeconómicas.
Donde dije que se iba a crecer al 3 por ciento ahora digo al 2,5 y mañana al 2.
Hombre, pues si es una cosa tan difícil de prever, pues sales y dices: como no tengo ni puta idea de lo que va a pasar con el precio del petróleo, cereales, etcétera, el crecimiento estará entre el 2 y el 4 por ciento dependiendo del escenario global.
Y te quedas tan pancho. Como en el Tour de Francia. Según el mejor horario previsto, llegarán a la meta a las 5, según el peor a las 6 y si al final llegan a las 7 pues ejecutas el elegante encogimiento de hombros y dices: a mí qué me explicas, que hubiesen corrido más.