Esos bonitos musicales

Ha llegado el momento de que alguien diga algo ante la proliferación de musicales en Barcelona.
Ojo. Que a mí me da igual en qué se gaste la pasta la gente y los productores. Si ven que el tema funciona pues que todo el teatro sea cantado. Cualquier día nos vienen con Faemino y Cansado: el orgullo musical del Tercer Mundo.
Como no he visto ninguno (y a Dios pongo por testigo que jamás asistiré) no puedo hablar de la calidad de los espectáculos pero sí puedo poner en duda que todos sean mínimamente aceptables.
Lo que me ha llevado a este escrito e incluso a la consulta popular en forma de encuesta y quién sabe si a una hipotética recogida de firmas para prohibirlos como iniciativa popular es que están preparando el musical de ... ¡¡¡SPIDERMAN!!!
Basta ya. Que dejen en paz a nuestros mitos de juventud.
Aunque claro, si Maradona y el Kun salen cantando una cumbia, parece que no hay límite posible para la imaginación.
Hasta hace unos años aquí lo único que llegaba sobre los musicales es si Cats llevaba ochenta años en cartel (como las obras de Morán y Pera) o lo que se exhibía en Broadway pero hoy en día es un auténtico aluvión. Y luego se quejarán del fútbol.

Y Leo Messi que se esté tranquilito en Argentina que hoy parece que ya ha dado un susto en forma de pinchazo o sobrecarga en un gemelo.
Y el Coco Basile, como el jugador lo tiene gratis, no dudará en alinearlo en tantos partidos como sea menester y si se rompe pues ya se lo devolveremos curadito dentro de un par de meses para que siga con la fase clasificatoria.