¿Conseguirá el héroe Tintín Márquez llegar hasta el nuevo estadio de Cornellà-El Prat antes de que le peinen el flequillo?
Después de un arranque excelente a nivel de resultados, que no de juego, ahora los marcadores están en consonancia con el juego del Espanyol. Seis jornadas sin ganar y puede empezar el miedo escénico a planear sobre el escenario de las fiestas del Club Super 3.
Hay que reconocer en su descargo que ya han pasado el primer embate del temido rodillo formado por Barça, Madrid, Villarreal y Sevilla y que ahora en teoría el camido hace bajada y puedes asumir como un accidente el meneo de ayer en el Ono Estadi (se han ahorrado los presentadores de Madrid tener que pronunciar Son Mocs).
Si sigue la política habitual de defenestrar entrenadores a la primera de cambio, creo que el Osasuna debería ir buscando un susituto para José Antonio Camacho.
Aún mejor sería que ahora el Sporting que se ha aupado hasta la zona templada de la clasificación echase a Manolo Preciado. Cómo me gusta a mí ése entrenador. La admiración nace del momento en que Dimitri Piterman le dijo que él iba a ejercer de entrenador aunque las actas las firmaría Preciado. Éste le replicó con palabras más o menos literales que se metiese el cargo en el culo y que llevase a su amiguito Chuchi Cos.
Destacar también el empate a 4 del Madrigal entre el Submarino Amarillo y el Atlético de Madrid. Un partido de frenopático. Se adelantan los colchoneros 0-2, remontan los de la Plana hasta el 4-2 con un hombre más y entonces los atléticos vuelven a empatar a 4 cuando la afición local dedicaba olés y cánticos burlones. Magistral Simao Sabrosa igual que en todos los últimos partidos.
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