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miércoles, 31 de diciembre de 2008

Sant Silvestre de Canovelles

Lo primero aprovecho para felicitar a todos los Silvestres (como si alguien conociese a alguien con ese nombre aparte del gato que todos jaleábamos para que se zampase de una puta vez al canario).
Destacar a continuación que ya sólo me falta en esta vida correr con nieve. Hoy hemos conseguido la muesca de hacerlo bajo una intensa niebla y encima con unos tramos tan embarrados que parecía que las bambas eran patines además de pesar tres kilos.
O sea, que por el mismo precio, un 10.000 y una eternal running. De tiempos y demás no hablo porque además el gps me ha marcado que faltaba casi medio kilómetro.
Pero vamos, que bien de sensaciones.

Y ahora os relato lo que he visto en el coche entre la niebla. Agarraos a las sillas.
De entre la densa capa blanca, he visto cobrar forma unas señales de circulación que permiten ir a 100 e incluso a 120 kilómetros por hora.
¿Habré entrado en un universo paralelo al entrar en ese desconocido fenómeno meteorológico?

No os voy a aconsejar para esta noche que no hagáis nada que yo no haría porque os podríais aburrir hasta la muerte pero no hagáis muchos excesos y si os tiene que recoger una ambulancia, poned el iphone a buen recaudo antes de perder el sentido.

pd: tenemos blogger nuevo en la oficina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aquí en los Valleses aún no se han implantado los límites de 80 (que yo sepa), aunque creo que pronto lo harán. En cuanto a lo de las ambulancias, después de leer lo que hicieron con aquella pobre chica inconsciente, y al no tener iphone, procuro salir de casa con el culo bien cosidito, por si las moscas...