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martes, 25 de marzo de 2008

Mejor a puerta cerrada

Yo creo que el mejor (o peor depende del lado por que se mire) castigo para un club de fútbol tras unos altercados es la disputa de encuentros a puerta cerrada. Mucho mejor que el cierre de un estadio que a la postre puede significar simplemente una jornada de excursión a otra localidad.
Esto no va en exclusiva para el caso que ahora está coleando que es el Betis-Barça (sólo me faltaría atacar a uno de mis lectores más incondicionales) sino en general. En clubes con una masa social pequeña o mediana aún se pueden encontrar soluciones pero en el caso de Madrid o Barça sería dramático. Claro que bien mirado si no los sancionan nunca será por algo, que para eso son los grandes.
Si yo fuera de la directiva del Betis hubiese encontrado una solución no sencilla pero sí efectista y populista como las que gustan a los Loperas y del Nidos. Esta sería llevar el partido al Bernabeu. Con dos cojones. Lo que no llenes de béticos vía AVE lo llenas con antibarcelonistas de la zona. Entradas baratitas y consigues un ambiente infernal y aún haces caja.
Supongo que esto acabará como siempre con la suspensión cautelar de la sanción para que se acabe cumpliendo dentro de un año.

Ahora quería hablar del Pequeño Saltador. O sea, del niño inglés que ha conseguido la medalla de oro en los europeos de Eindhoven en el salto de trampolín o de plataforma. Me cuesta imaginar qué sentirá el adolescente británico más famoso desde Harry Potter al haber llegado a lo más alto (y no lo digo por la altura del trampolín) tan pronto y qué motivaciones tendrá en adelante.
Si el hecho se diese en ambientes que faciliten el acceso a unos buenos ingresos como el cine con Joselito y aquel Macaulay Caulkin tendría una cierta lógica el que los padres pongan en peligro su formación como persona en beneficio de lucrarse, pero someter a alguien tan joven a las exigencias y el estrés de la alta competición y encima en algo que no da ni fama ni dinero no sé yo si será ni bueno ni inteligente.
Ah, por cierto, se llama Thomas Daley (gracias Google).

Por último, comentar una noticia que me ha chocado. Dicen que hay un implante de silicona que se introduce bajo el cuero cabelludo y hace crecer hasta cinco centímetros. Si me hago unos cuantos aún voy a poder jugar de power-forward. Como bien dice mi Mon, deben parecer Cabezaconos. Dejan de llamarte enano para llamarte cabezón.

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