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sábado, 15 de marzo de 2008

Que llueva, que llueva.

Debe estar Fernando Alonso ensayando danzas de la lluvia porque como en la próxima madrugada no llueva en el circuito de Albert Park, se va a comer un rosco.
Hace unos años, cuando Michael Schumacher teóricamente tenía un coche inferior a algunos de sus rivales, el tiempo se conjuró para llover en cada carrera y así favorecer al campeón alemán. Quizá sea la suerte de los campeones o puede que Schumacher y Ferrari fuesen capaces de alterar el clima con algún aparato en plan Súpervillano de Spiderman.
También se rumorea alrededor del Circo de la Fórmula 1 que quieren acabar con los horarios de madrugada. Como la mayor parte de la atención mediática se sitúa en Europa, parece que harán correr en el resto de continentes a la hora que convenga para que se ajuste mejor a los horarios de las programaciones europeas.

Volviendo al sorteo de la Champions, sólo recalcar el aspecto georgiedannesco del que fuera magnífico portero de la URSS Rinat Dasaev conocido en su efímero paso por el Sevilla como Rafaé. Se cree que en su etapa por las tierras andaluzas se dedicó más a la ingesta de fino que al blocaje de balones.
Y las autoridades rusas emperradas en que quien acuda a la final deberá obtener el visado no sé cuántos días antes de la final. O sea, que casi hay que tratimar ya el permiso por si se llega a la final. Eso pasa por llevarse la final de países civilizados. Y menos mal que no hay ningún equipo ruso porque si no, la mitad de los jugadores rivales se quedaban en la aduana como pasó con un jugador de Unicaja en su visita a la pista del CSKA.

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