Ya que el Señor no me ha concedido el don del oído para la música, sí que me gusta captar los retazos de conversaciones que tiene el pueblo por la calle. Mucho más interesante que escuchar a los tertulianos de los medios de comunicacion. Dónde vas a parar.
Hace unos minutos escuchaba un debate sobre cómo hallar el cuerpo de la chica desaparecida en Sevilla. La que llevaba la voz cantante apelaba por utilizar las torturas para que confiesen.
A mí personalmente me parece un poco bestia ya que bajo tortura uno puede confesar lo que le echen pero allá cada uno con su conciencia.
La pena es no poder interpelar a la muchacha en cuestión ya que intuyo que habrá personas que suscriban al unísono las dos frases que dan título a la entrada.
Me explico. A lo mejor hay quien está criticando a los Mossos por zurrar a tort i a dret y al mismo tiempo está deseando que den de hostias o directamente lancen a las turbas los cuerpos de los presuntos asesinos de Marta del Castillo para que sea el pueblo quien los despedace.
Vamos, que por suerte a la gente le da igual ser consecuente o tener unas ideas más o menos prefijadas y con seguir la corriente es suficiente poque si no, podría haber cortocircuitos mentales como los del Conseller d'Interior.
Para que no quede todo como muy neutral, voy a decir unas profesiones que según mi teoría requieren unas ciertas dosis de mala persona para ejecutarlas.
Ojo, habrá millones de honrosas excepciones pero yo creo que para ser portero del Barça, gruero, taxista o antidisturbios hay que ser de una pasta especial. Y si me apuras, para ser controlador (de zona azul) también.
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1 comentario:
Si queréis profundizar sobre el debate de la tortura, es muy recomendable, si no la conocéis, la serie 24. Un poco yanquistoide, pero bastante bien hecha. Y sobre el tema de la tortura por un buen fin, hay para todos los gustos.
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