Bestias negras vs bestias pardas

La semana europea del Barça nos deja una sensación de inmensa felicidad.
Si el miércoles se goleaba al Bayern para dejar sentenciada la eliminatoria de cuartos de final, ayer en basket y en un encuentro soberbio, se conseguía el billete para la final four de Berlín.
Llegados a este punto, sólo cabe que haya un poco de suerte para alzarse con algún cetro europeo.
El trabajo se ha hecho de una forma admirable y los jugadores se han cargado a dos equipos que históricamente les tenían cogida la medida.
El partido del Camp Nou fue soberbio y sólo lamala suerte y la mala actuación tradicional del árbitro evitaron que el marcador fuese aún más abultado.
Ni siquiera la aparición de la lluvia (gracias a los chinos por los ponchos para guarecerse) ni el Boig per tu ése que pretenden que sea el you'll never walk alone consiguieron deslucir el glorioso espectáculo.
Mala cosa el querer imponer al populacho cómo debe animar.
Hay que destacar como hacen en Madrid que todo ello fue producto de las bajas en la zaga bávara porque el portero lo cambiaron porque les dio la gana para poner al que se comió la volea de zurda de Zidane jugando con el Leverkussen.
Delante no tenían ausencias y no se les vio.