Hace unos meses, recibíamos una llamada sorprendente. Una señora había encontrado una carpetilla con la documentación sanitaria de las niñas.
Rebuscando, había dado con un móvil y nos había llamado. Gracias infinitas, felicidad de comprobar que aún hay gente en la que se puede creer, etcétera.
Pues esta mañana, he encontrado yo un Carnet de l'embarassada en el suelo. Resistiendo el primer impulso de darle una patada y maldecir al guarro que ha tirado la libretilla en cuestión en medio de la vía pública, dudo y lo recojo.
Lo abro y al comprobar que el embarazo es de marzo, empiezo a contar con los dedos para comprobar que si todo va bien seguirá la cosa en marcha.
Cojo el teléfono y hablo con el presunto padre que me dice vive a dos puertas de donde he encontrado el carnet. Me encamino al lugar y lo deposito sano y salvo en el buzón.
Y es que no podía ser de otra manera. Como comadrona consorte que soy, quizá debería haberle recetado ácido fólico y un poco más de hierro a la señora porque parece que las pruebas demostraban que tenía un poco de anemia ...
¡Que no, que es broma! Con la primera página donde ponía los datos de contacto, he tenido suficiente.
Y la verdad es que encima me ha hecho sentir bastante bien.
Aprovecho para dar uno de mis consejos. Desconfiad de alguien que diga de sí mismo/a que es buena persona.
Es como cuando otro o el mismo alguien (esto normalmente lo hacen las mujeres) dicen que a un tercer alguien lo quieren mucho. Luego acostumbra a venir un pero y empiezan a volar los puñales.
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3 comentarios:
¿como las chicas que son simpáticas?
Y los chicos que son graciosos que en teoría tienen un éxito fenomenal entre las féminas.
No sé yo ...
Puñaleh? Estah hablando de mi?
Que buena persona ereh!!!
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