Mátese. Pregúnteme cómo

Como estoy saciado de titulares sobre la eliminación blanca en la copa, no voy a hacer más leña del árbol caído.
Sólo aprovecho para hacer leña de mi pronóstico de que iban a ganar por 7 a 0.
Si han sacado al espíritu de Juan Gómez y han llenado el Bernabéu para no superar los dieciseisavos de final en la competición del KO contra un Segunda B, están bien jodidos.

Vamos al tema que nos ocupa hoy.
Como es habitual, he estado en la farmacia más cercana a casa y de la cual soy un cliente mucho más asiduo de lo que me gustaría.
Pues bien. Desde hace unas semanas, veo que una de las dependientas ha perdido un montón de kilos (de peso) mientras que otra lleva un calendario y una agenda donde va anotando dietas a personas que quieren adelgazar.
Por lo que he inferido entre lo que he oído y lo que he navegado por internet, el asunto está en forzar al cuerpo a hacer una cetoacidosis diabética que no es otra cosa que dejar al cuerpo sin hidratos de carbono, es decir, de azúcares.
He encontrado una dieta llamada de Atkins que es realmente demencial. Se basa en que puedes comer todas las grasas y proteínas que te dé la gana pero las frutas y las verduras ni mirarlas. Bueno, unas pequeñas dosis simplemente para aportar algo de fibra al cuerpo.
Con ello se consigue que el cuerpo deba encontrar los azúcares deshaciendo cadenas de grasas.
Alguno que no sea lector de este blog ya que no aceptamos a gente tan gilipollas dirá: ¡Pues cojonudo! A jartarme a carne, huevos y demás y las verduras para los caracoles.
El truquillo está en que por lo visto, a la que un día te saltas la dieta, ya te puedes preparar a hacerle nuevos agujeros al cinturón porque si has perdido 20, vas a ganar 40.
Seguiré indagando porque me parece increíble.

Ah, y ya es mala suerte que Robert Enke, exportero del Barça utilice el lanzarse bajo un tren para matarse después de la entrada que hice el otro día.