Ya decía yo que no podía ser bueno darle ese tute al pobre tiburón. Ahora parece que está en estado crítico y que lo tienen que remolcar día y noche para que pueda seguir respirando. Vamos, como si fuese yo mismo jugando en la piscina (municipal claro) con la Marina.
Si es que no podía acabar de otra manera. Os lo digo yo que conozco a cinco o seis licenciados en biología.
Y luego irán diciendo que las medusas no las pueden sacar de la playa que eso es interferir en la naturaleza y que ellas están en su medio.
martes, 21 de agosto de 2007
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