Capicúa

Queda la clasificación después de esta jornada encabezada por el Barça y manteniendo los seis puntos de diferencia con su inmediato perseguidor.
Si le damos la vuelta a la tabla, aparece el otro equipo de Barcelona al comando y también a seis puntos de la salvación.
Y eso después de un partido épico en el que con un jugador menos empataron el 1 a 3 en contra.
Tenía yo la curiosidad de qué pasaría cuando el árbitro pitase el final del encuentro. Objetivamente, el resultado es una mierda siendo el rival un enemigo directo en la lucha por evitar el descenso.
Pero se podía dar el caso de que habiendo rescatado un punto de manera heroica, al aficionado le diese el subidón y ovacionase a su equipo y se viese medio salvado.
No fue así. Con el silbato se produjo una especie de vacío que es el peso de ver la salvación tan lejana.
Hablo de este partido por dos razones. La primera que el del Barça no lo vi y la segunda que me apasiona la lucha por eludir el infierno.
De siempre me habían entusiasmado los play-offs por la permanencia y este año la cosa está que arde. Supongo que los equipos implicados no estarán tan contentos aunque bien es verdad que cuantos más haya en el lío, más posibilidades que los otros pinchen porque todas las jornadas hay un monton de enfrentamientos a muerte.
De la victoria de los de Guardiola sólo quiero destacar el precio de una tribuna en Almería. 270 euros. Una auténtica obscenidad. Ese precio en una reventa por ver un partido como una final se puede entender dentro de su ilegalidad pero fijar ese precio es para enviar a la cárcel al presidente del club. Y luego se quejarán de que no llenan.
Ah, en el descanso , con empate a dos en el marcador, acerté que el Madrid iba a ganar 2-5. Tengo testigos.