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lunes, 25 de abril de 2011

Mascherano y diez más

Hace unos cuantos meses cuando Maradona se despachó con la frase lapidaria que da título a la entrada para referirse al combinado de la selección argentina muchos nos llevamos las manos a la cabeza.
Pero este tío está loco. Un equipo donde se puede alinear a Messi y Agüero entre otros y va a ser Mascherano el jugador indispensable.
Una vez fichado el Jefesito en verano en sustitución de Touré parecía la gente preparada para acabar con él por la vía rápida a la que fallase tres pases.
Y el bueno de Javier, acostumbrado a luchar en las medulares de la Premier defendiendo al Liverpool, se encuentra en el equipo de la posesión de balón donde prácticamente no hay tackles ni cargas legales hombro contra hombro que conforman la especialidad de la casa.
El capitán de la albiceleste, lejos de deprimirse o de entrar en cólera por su suplencia, no hace más que alabar a sus compañeros centrocampistas diciendo que por algo son la columna vertebral de la selección campeona del mundo.
Con su verbo fluído pero sin lo cansino del argentino común, desgrana con una lucidez y una sensatez que nos recuerdan a un cruce entre Pepe y Sergio Ramos su situación en el club hasta que poco a poco se va haciendo un hueco en el once ya sea en la posición de mediocentro defensivo o últimamente en la de central.
Que hoy por hoy es una pieza clave para los de Guardiola es de una obviedad que asusta ante la ausencia de defensas pero es que a mi entender en caso de disponer de la plantilla al completo, sería Mascherano el que acompañaría en la zona de construcción a Xavi e Iniesta ante el empanamiento que arrastra Sergio Busquets desde hace unas semanas.
Lo que no entiendo es como hay gente que cree que el equipo que bailó al Madrid en el Bernabéu y en la segunda parte de Mestalla ha pasado a ser ahora prácticamente una víctima propiciatoria de los blancos. Estoy totalmente en contra y mientras, voy afilando (metafóricamente) los cuchillos para la vuelta de las semis.

Cambiando de tema para llegar a lo del running, quería hacer referencia a la Cursa de Canovelles de 15 kilómetros que hemos disputado esta mañana.
Y no es para hacer referencia al recorrido, a la participación, a las sensaciones ni las demás cosas que asustan a los no corredores sino sobre la política de la organización del evento.
Resulta que hemos pagado 5 míseros euretes por participar cuando lo que se estila es pagar entre 12 y 15. En ese precio se incluye una botella de KH7 o ZAS, una botifarra recién en hecha en su bocadillo y un refresco.
Argumentan los organizadores que el preparar una bolsa con más productos o la sempiterna camiseta técnica que ya desborda en nuestros cajones encarece la inscripción o directamente el sobrecoste va a parar a los bolsillos de los que montan el sarao.
Yo comparto su opinión. A mí lo que me gusta es correr y prefiero hacerlo gratis y que me den una botella de agua a que me regalen una camiseta mierdosa.
Habrá que asistir exclusivamente a aquellas carreras que tengan un valor añadido o una ausencia de coste.

4 comentarios:

TheMerengon dijo...

Sobre el Jefesito ya le comenté que inicialmente me decepcionó ya que esperaba mucho más de él, pero la verdad es que en estos dos últimos meses ha recuperado el nivelillo que exhibía en el Liverpool.

neus dijo...

Espero con ansia, Hostiamor, sus comentarios a las durísimas declaraciones de Guardiola sobre Mourinho!!!!

hostiamor dijo...

¡Sus deseos son órdenes!
De hecho, me has pillado a mitad del redactado.

Torrito dijo...

Minipunto para Canovelles!