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domingo, 22 de abril de 2012

La comunión

El hecho de que un Clásico sea a las 8 de la tarde de un sábado más la edad de la Marina (8) propiciaron que ayer fuese el día propicio para una especie de rito iniciático o de bar mitzvah antimadridista. De hecho, con esa edad ya deberían pagar una entrada con lo que ya hemos dejado un asunto de una hipotética wish list solventado. Como hombre precavido que soy y desconfiando de este tiempo tropical que tenemos, preparo una buena mochila con impermeables, nos ponemos nuestras camisetas del Barça y nos dirigimos a coger el tren. Obviamos el dürum (que probablemente quede para el partido del martes contra el Chelsea) ya que cenar a las seis de la tarde es un poco pronto aunque la pequeña hace un intento de conseguirlo pero no, ya llevamos nuestros bocatas de lomo en la mochila que parece la de Sport Billy. Subimos andandito desde Sants y tras preguntar dieciocho veces: Ja arribem?, finalmente llegamos. A pesar de llevarla entrenada para decir que tiene siete años, no encontramos ninguna dificultad y ni siquiera nos quitan el tapón de la botella de agua y por tanto no debo de recurrir al que llevo de reserva. Llegamos a la zona de mi localidad y tras varios cambios de posiciones configurando una especie de puzzle, acabamos sentados juntos. Mosaico espectacular, himno cantado a cappella aún más impresionante y de piel de gallina y empieza el principio del fin de la liga. Media parte de mucho juego horizontal y poca sustancia (lo que sería aburrir a Clemente, vamos) y a falta de un par de minutos para el descanso empiezan a caer gotas que se transforman en un aguacero con todas las de la ley. Saco los imermeable y en un par de gestos calculados con la precisión de un equipo de Fórmula 1 nos protejo del líquido elemento y nos cobijamos en los pasillos interiores del Camp Nou donde gran parte del respetable se pasa por el forro de los cojones lo del Camp Nou sense fum. Cuando parece que afloja hacemos un intento de ver la reanudación en segunda gradería gol sur hasta que llegan los propietarios y entonces nos vamos para casa. Obviamente si hubiese ido solo hubiese aguantado el chaparrón y nunca mejor dicho pero en las circunstancias no me hubiese arrepentido aunque hubiesen remontado ... bueno, o quizá sí.

2 comentarios:

torrito dijo...

Si vas el martes, por si acaso cómete el durum...

hostiamor dijo...

Cómo que "si vas"? Si dudas sobre si voy a ir el martes, te voy a castigar a leerte todas las entradas del blog.
Y encima te quedas sin durum.