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miércoles, 10 de agosto de 2011

Las flemas británicas

Poner la tele hoy en día para ver las noticias se está convirtiendo en un ejercicio que va a requerir la toma previa de protectores gástricos porque sienta peor que una tortilla de ibuprofenos.
Entre las agencias de rating (sin duda denominadas así porque actúan como ratas) decidiendo qué país es el que les apetece hundir o qué bolsa deben hacer entrar en pánico y la que se está montando en Inglaterra con los saqueos, entra uno en una especie de trance chungo del que sólo nos podrá sacar el inicio de las competiciones oficiales futbolísticas.
Lo de los ingleses a medida que evoluciona, da cada vez más miedo. Ahí no hay indignados sino simplemente delincuentes. Como en el caso londinense resulta que la mayoría de los saqueadores resulta que son negros, entonces aparece en escena otro bando de autodenominados patriotas ingleses que son una banda de hooligans ultraderechistas racistas.
Vamos, que si uno se encuentra en medio de una calle y vienen los dos bandos uno por cada lado no sé cuál será la mejor escapatoria.

También llegan las noticias desde las islas que el fichaje de Fàbregas es inminente o al menos lo es su resolución final.
Claro que esto es de perogrullo porque cuanto más cerca está el Arsenal de debutar en Champions, menos margen de maniobra tienen.

Y ahora una apreciación basada en mi experiencia como viajero.
En la que ha sido mi primera y probablemente última visita a Grecia, debo decir que las sensaciones son que están bastante más jodidos que nosotros.
Ojo, que me lo he pasado muy bien y los dos días que comimos por ahí comimos muy bien pero es que da la impresión que se desmoronan por momentos.

2 comentarios:

Jesús dijo...

Tenemos concurso

€du dijo...

A mí personalmente tanta noticia económica me ha agotado por completo. Ya no sé ni qué creerme ni qué no. Ahora veo los avances de los informativos, y si hay más de lo mismo directamente apago la tele.

Además, las veces que he intentado seguirlas he acabado perdiendo la atención por aburrimiento o total desconocimiento del vocabulario que utilizan en algunas ocasiones. No sé si es para que no nos enteremos los que no hemos estudiado/no nos apasiona la economía, o para hacer ver que saben mucho, pero en mi opinión esas noticias (por muy importantes que sean, que lo son) tienden cada vez más hacia un pefil TOSTÓN.