Con handicap -1

Hoy como en las casas de apuestas hemos empezado el partido con un gol de desventaja para darle un poco de vidilla al tema.
Pero vamos a analizar el clásico desde el avantmatx. Bueno para ser más exactos desde mis sensaciones que no me avergüenzan ni pudiendo esconderlas (por erróneas) a toro pasado.
Durante las semanas previas yo venía vaticinando un empate a uno. Aunque sólo fuese por pura estadística lo que ha pasado esta noche no es normal y admite explicación únicamente desde la enorme superioridad que demuestra choque tras choque el conjunto de Guardiola.
O lo que se denomina vulgarmente tenerle comida la moral a alguien.
De entrada, del once inicial sólo hubiese retocado la entrada de Mascherano por Puyol ya que el de La Pobla no me daba toda la confianza que sí ofrecía no hace muchos meses.
El resultado es que Carles ha estado soberbio.
Muy bien el sentar a Villa. Que jueguen los que estén mejor de forma. Tan sencillo como eso y se llame el jugador como se llame.
Llama poderosamente la atención la no-afectación anímica de encajar un gol tan tempranero aún más cuando proviene de un error de los contados que realiza Víctor Valdés con el balón en los pies hecho que ya ha sido frecuentemente resaltado en este blog.
Pues no creerá alguien que el tipo se ha puesto nervioso o que ha renunciado a salir jugando como primer atacante que es. Venga a recibir y tocar al primer toque en situaciones que provocan vuelcos en los corazones de los culés de la vieja guardia. Un ejemplo:
El último partido en casa, el del Levante, se me sienta un abuelo al lado de más de ochenta años de esos que preguntan: "Qui ha marcat?".
Pues el pobre hombre en cada jugada comprometedora cerca del área propia soltaba un sonoro Cagondeu, se cagaba en la marequevapariraliniesta y espetaba que si ésqueaquestpaiovaborratxo? a pesar de las dos asistencias de tacón del manchego.
Nada más, que estoy muy orgulloso y muy feliz.