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miércoles, 16 de abril de 2008

Anda, pero si hoy hay Copa

Está feo reconocerlo pero la verdad es que le había perdido el rastro a la Copa que esta noche se van a disputar Valencia y Getafe. Espero poder ver un rato porque junto a los extintos play-offs por el descenso/ascenso son de los partidos más emocionantes del año.
Y aún más cuando uno no tiene preferencias por un equipo u otro. Quizá tiraría un poco más hacia el Getafe pero es que el Laudrup jugador nos dejó tirados como colillas y en el banquillo del Valencia está la copa de Europa de Wembley. On the other hand, mi religión me prohíbe ir con los che ni en una final de Champions a no ser que se enfrente con el Madrid.
También es un día tipo Numancia en que España unida tenía/tiene un favorito y eso tampoco me gusta. O sea, que gane quien pueda y si es el mejor, pues mejor valga la redundancia.
Ahora explayémonos con el ojeador Txiki por esos mundos de Dios. Como si de la portera de Josep Lluís Núñez se tratare, el intrépido Aitor se ha ido hasta Lyon para ojear a Karim Benzema, o lo que es lo mismo, el mejor jugador francés del momento.
¡Vaya estratega! Desde el 4-4-2 de Aníbal (como decían Faemino y Cansado) que no se veía algo similar. Y seguro que el Olympique te lo va a dar regalado o baratito. Por los cojones. Quizá un día nos sorprende diciendo que ha ido a Milan a ver un jugador del que le han llegado informes, un tal Kaká.
Esta tarde he hecho un experimento. Hablando con un vecino futbolero de la pena que da el Barça, he dicho en voz alta: "y aún podemos ser campeones de Europa". A medida que avanzaba en la frase, la voz se volvía más débil y aflautada. Es que suena poco creíble. Probad a poneros delante del espejo y decir: "vamos a reinar en Europa" igual que otros ponen las dos manos como pistolas, guiñan el ojo y se dicen: "eres el puto amo". Vereis como no cuela ni la una ni la otra.
Segunda entrega de las maravillas de Ronaldinho ante la imposibilidad de encontrar la media tijera de José Mari Bakero en Sarrià. Sorry Angue. Disfrutemos de cómo nace una jugada de gol con el sutil desplazamiento en largo de Oleguer.

Ah, y como si fuera Jaime Peñafiel, tengo una superprimicia del mundo rosa que no puedo decir hasta que me autorice la fuente. Paciencia, serán unos diez días.

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