Presentó ayer Fernando Alonso unas becas en la UPC y lo hizo equipado con su inseparable mono.
Yo qué queréis que os diga pero me pareció indignante que le hiciesen aparecer disfrazado cuando todo el mundo iba vestido de calle. Otra cosa es que lo entrevisten con la ropa de trabajo en el circuito pero hacer que se cambie (probablemente en el lavabo) para lucir publicidad me parece de un mal gusto acojonante.
Que le pongan gorras, camisetas, parches, medallas, anillos o lo que quieran pero que no lo conviertan en un bufón.
Y si no, que todo el mundo se aplique el cuento y el Botín salga vestido de usurero o con un antifaz como los cacos de los tebeos.
Ya me imagino que todo estará en contratos y que muchos dirán que ya que cobra 30 millones de euracos debería hacer lo que sus amos le manden pero a mí la imagen me indigna. Me suena a una situación en la que te toque gimnasia y tu madre te mande con sandalias o que vayas con botas de agua y al rato haga un sol deslumbrante.
Y eso que no soy del club de fans de Fernando Alonso aunque como él dice desde que pierde que todo el mundo lo encuentra más simpático. Puede ser la envidia cochina que nos corroe o también el hecho de que ahora esté corriendo sin la presión de tener que ganar y que todo lo que logre, bien conseguido está.
viernes, 25 de abril de 2008
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