Anaconda

Como diría Jordi Basté, el cuc a la panxa ya se está convirtiendo en anaconda.
Visualización de la previsión del tiempo para el domingo unas cincuenta veces al día, chequeo de posibles dolores tendinoso-musculares veinte veces cada hora, asociar el partido del Espanyol y el Madrid, o sea Montjuïc, con la carerra, ...
Vamos, que esto es un no parar. ¡Qué ganas tengo de estar en los aledaños de la Font Màgica para la salida!
Y si es por la llegada, mejor que mejor. A ver si consigo llegar de una manera más o menos digna aunque haya que sacrificar algunos minutos.
Total, tampoco creo que estemos como para ganar la competición.
Desde esta tarde, estoy entrenando la mente visualizando todos los eventos en los que he ido reventado y pensando que no podría dar ni un paso más. Y entre estos se incluye hasta algún 10.000 donde competía de forma aún más impresentable que ahora.
Y a partir del lunes volver a no beber agua más que cuando tenga sed y no ir todo el día amorrado a la botella como si estuviese haciendo la dieta de la alcachofa.
Por cierto, aprovecho para recordar como todo buen bebedor de cerveza conoce, que el mear clarito no implica la necesidad de desplazarse al médico ni al hospital más cercano.