A las primeras de cambio y con el Atlético de Madrid ya más preocupado del descenso que del título, empiezan los enfrentamientos directos que van a dilucidar si alguno de los aspirantes a hacerle sombra a Madrid y Barcelona seguirá en la pelea o si por el contrario se dedican a luchar por la tercera plaza que da acceso directo de Champions.
Por ahora todo pinta a que será de esta última manera a no ser que el Sevilla que viene de encadenar unas cuantas victorias y de atropellar al Glasgow Rangers en su casa, le gane al equipo galáctico y le dé alcance en la clasificación.
A día de hoy seguro que quieren renovar a Manolo Jiménez al cual querían linchar durante la pasada temporada. Probablemente después del enfrentamiento con los blancos vuelvan a pedir su cabeza.
En la siguiente jornada y después de un virus FIFA el Barça visita el entrañable Mestalla donde debería quedar finiquitado otro de los presuntos favoritos.
A mi modo de ver y en tan pocas jornadas, recupero una impresión expresada en abril que la liga es cosa de dos y el resto van a ir a ver qué rascan.
En la presente temporada parece que las goleadas se van a ir sucediendo y sólo los enfrentamientos directos de Camp Nou y Bernabéu decidirán quién es el campeón.
Ojalá me equivoque ya que la liga sería de escaso interés. Y aún mejor si me equivoco pero sólo del lado de los de Florentino y que se líen a pinchar partido tras partido.
Aburrirme a 25 o 30 puntos del eterno rival no me supondría ningún trauma.
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