Tras una tarde que se presumía plácida y relajada y ha terminado siendo un hervidero de nervios y una explosión de alegría, vamos a intentar explicar qué es lo que ha pasado y cómo hemos pasado de estar a punto de perder la Copa Toyota a ser Campeones del Mundo de clubes.
En una primera parte en la que Estudiantes de la Plata ha expuesto sobre el terreno de juego por qué es mucho más interesante ir al teatro que ir a verlos a ellos como dijo su capitán Juan Sebastián Verón y después de que un Barça inoperante se estrellase contra la defensa argentina y el arbitraje calamitoso de un mexicano que debe consumir las mismas sustancias que Rafa Márquez, el Gurú Guardiola ha dado entrada a Pedro que es como el rey Midas y todo lo que toca lo convierte en ... ¿oro? No, en gol.
Y esta vez cuando más cerca estábamos del abismo. Cuando mis maldiciones desde una posición de pie en medio del comedor cada vez eran más frecuentes e incluso alguna patada se ha escapado en busca del sofá.
Con el monólogo habitual en la segunda parte y la llegada a la prórroga, quien más quien menos vislumbrábamos que no acabaríamos llegando a la agonía de los penaltis.
Y así ha sido gracias a Messi que en un remate que ningún terrícola podría pensar. Ni siquiera galácticos ni neogalácticos serían capaces de empujar con el pecho una pelota que viene para rematar en plancha de cabeza.
Podemos buscar la épica en lo del remate con el corazón blaugrana, con el escudo o ir en plan taurino y resaltar el pase de pecho de Lionel.
Los cinco goles en el campeonato obra de jugadores criados en la cantera.
Y como remate final y para demostrar que quien da los premios no se molesta ni en mirar los partidos, dan el primero a Messi, segundo a Verón y tercero a Xavi.
Para mí, sin duda el mejor jugador del Barça y como campeón del torneo, Sergio Busquets.
Retomo la entrada un rato después y tras haber despresurizado un poco.
Dicen de Estudiantes alias los pincharratas que su equipo tiene "mística".
Pues este Barça tiene algo especial. Ese don de no estar muerto hasta el último segundo de partido personificiado en la asistencia de Piqué a Pedro en el empate.
Como en los tiempos en los que Alexanko descolgaba balones de delantero centro para que el hoy locutor de Tele 5 Guillermo Amor y algunos otros llegasen desde segunda línea para rematarlos.
Al que sí que habría que pinchar pero bien es al director de marketing de Nike o el que sea responsable de haber jugado con el puto color mango en vez del azulgrana ante un rival que lucía un impoluto blanco.
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2 comentarios:
Un rosario es lo que tiene Pep en el trasero...
Lo de la vestimenta es cosa de la FIFA. Estudiantes va de rojiblanco y el Barça de azulgrana. Ante el evidente riesgo de que el árbitro se confundiera los obligaron a los dos a vestir la segunda equipación...
De hecho, en vez de hacer un sorteo y el que pierda, que se joda, la FIFA inquirió si alguien se cambiaba. Ninguno dio su brazo a torcer y la FIFA dijo "los dos con la suplente, hala". Como si el Barça cambiara de indumentaria en Bilbao, Gijón o el Calderón.
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