¿Por qué a mí?

Haciendo un poco de zapping aleatorio a través de la blogosfera he llegado a una conclusión escalofriante.
No son miles sino millones los blogs que hablan de fútbol. Desde los que aprovechan su bitácora para transmitir los resultados de un equipillo de fútbol sala o de tercera regional hasta los que se centran en exclusiva en clubes tipo Barça.
Abrumado ante esta realidad y debido a mi incapacidad de captar a un grupo de expertos en cualquier cosa tipo lepidópteros, coleccionistas de sellos o scouters de aviones voy a intentar convencer a la escasa audiencia que pasa por esta, vuestra página, para evitar transfuguismos.
El primer motivo es que desde la falta de rigor más absoluto, además de diseccionar de vez en cuando la actualidad culé, intentamos dar un toque de humor/ironía que quizá faltan en otros con unos aires más formales.
Segundo porque no nos centramos exclusivamente en el apasionante mundo del balompié sino que lo mismo aportamos reflexiones existenciales como recomendamos cuál es el mejor mousse de chocolate de los supermercados low-cost.
Y tercero y más importante porque debéis pensar que estáis realizando una especie de labor social. Es como si fuerais unos voluntarios que en vez de estar aguantando un rato la charla de un pobre abuelo que no tiene donde caerse muerto ni parientes que le den lo que merece (respeto, cuidados y afecto) soportais las disertaciones de un pobre individuo al que los ratos de escritura le sirven de terapia junto a los ratos de correr y cómo no, junto a las escapadas al furgo.
Gracias a todos y todas por vuestra paciencia.