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viernes, 15 de enero de 2010

Cambio almas por comida y medicinas

Qué bonitas y reconfortantes las palabras del obispo de San Sebastián.
Ha venido a decir el tal Munilla que qué mala suerte que en Haití se vayan a morir cien mil personas (supongo que al final serán muchas más) pero que aquí estamos mucho peor porque esto está lleno de pecadores y avariciosos que sólo piensan en lo material.
Esto último es cierto pero quizá deberia preocuparse sólo de las personas que pertenezcan a su secta y dejarnos a los demás en paz pecando todo lo que podamos al menos en temas de lujuria y gula.
Como no me quiero encender y últimamente se lleva mucho el concepto de buenismo (para mi gusto es muy superior el que utiliza mi amigo Miguel C desde hace muchos años y es el de buenrollismo), tras escribir esto voy a ver si hago un donativo a Médicos sin fronteras.
No es necesario que nadie entre en el debate de si el dinero tienen que ponerlo los estados o si se lo van a quedar intermediarios.
Yo envío una cantidad que me pueda permitir (la que no se envía sí que es seguro que no llega) y ya puedo ver tranquilamente las noticias de la devastación. En realidad no es así pero bueno, que cada uno diga lo que quiera y se excuse o se proteja como le dé la gana.
Otro debate que está causando sensación es el de Vic y si es o no xenofobia lo que están haciendo. Más "bonisme" y venga a proclamar que si papeles para todos, que si contratos fijos para todos y controladores a la hoguera.
También aprovecho ahora que Pepiño Blanco ha abierto la caja de los truenos para confirmaros que no soy controlador aéreo y que mi sueldo está entre los 1.000 y los 2.000 euros al mes.
No vaya a querer alguien que se haya sentido insultado por el blog denunciarme a la Santa Inquisición y que me torturen hasta que confiese que he ganado más dinero que Leo Messi.

Tremendo lo del partido de Copa.
Nos hemos apuntado a la moda que surgió en Madrid de eso de perder luchando como titanes y demás tonterías.
Si en la primera parte el árbitro no anula aquella jugada por presunta falta a Pinto, en diez minutos no había eliminatoria.
Hoy leo que Leo (qué juego de palabras tan fino, ¿eh?) se fue llorando culpándose por la derrota.
El técnico se culpa, el crack también, ... ¡Cuánta humildad y buenrollismo!

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