El conde Drácula

Hace muchos años que el mundial de motociclismo no me quita el sueño. Literalmente. Vamos, que no me levanto expresamente para ver ninguna de sus carreras. Sin embargo, esta mañana, me he levantado pronto porque quería salir a hacer un rato de montaña y mientras se calentaba la leche y se hacía la tostada, me he puesto a ver cómo iba la categoría de Moto GP. Iban escapados los tres de siempre (Lorenzo, Márquez y Pedrosa) y se daba la circunstancia que debido a que los neumáticos Bridgestone se degradaban mucho, a media carrera estaban obligados a cambiar de moto. Se podría debatir si no es alucinante que unas ruedas de competición duren diez vueltas pero eso es para que lo comente quien le apetezca o se reúnan con los que suministran al mundial de fórmula 1 y se echen unas risas. Total, que Pedrosa entra una vuelta antes, todos los demás una vuelta después y el único que se queda en pista es Márquez. ¿Brillante estrategia? Pues no, cagada monumental porque no cambia de montura en el tramo previsto y es descalificado poniendo en peligro (jeopardizing en inglés que para eso es mi palabra favorita) el título que tenía a tocar. ¡Pero si hasta Ángel Nieto que tiene un coeficiente intelectual de 12+1 se ha dado cuenta al momento! Si el responsable es un técnico japonés de Honda, a estas horas ya se habrá hecho el hara-kiri. Si en cambio es alguien latino, habrá contestado con un yo no he sido, un eso es una función de éste o simplemente habrá alegado que el jet-lag lo tiene un poco trastocado. Es que es como si Martino ayer coge y hace siete cambios. Como Marc es joven y quizá su equipo también lo sea, puede que no hayan aprendido a contar con el Drácula de Barrio Sésamo. Les dejo una foto para que se pongan al día.