El Tata Team

Hace mucho que no escribo de fútbol. Obviamente sobre el deporte rey está todo más que hablado, gritado y comentado pero como he tenido una petición al respecto no me puedo arriesgar a perder un diez por ciento de mi público por no contestarla. Además, esto es como lo de los tertulianos de la tele, que lo mismo te hablan del techo de déficit en los Estados Unidos que de si Isabel Pantoja tiene que devolverle unas cosas de Paquirri a Fran Rivera. Lo dicho, si tenéis alguna inquietud, yo os la resuelvo de un plumazo. Antes de ello, quiero daros un consejo. Si alguna vez escribís un blog o lo que sea, no se os ocurra buscar en google a ver si ya está hecho tal o cual juego de palabras. Están todos usados así que con la conciencia tranquila de saber que no estáis copiando sino simplemente siendo poco originales, tirad para adelante. Yo no lo he hecho y el resultado es que he tenido que cambiar el título de la entrada. Volviendo al principio, debo confesarme muy fan del Tata. El tipo al que su mujer compra un polo de color pistacho en El Corte Inglés cuando podría comprarse una planta (bueno, con la deuda que tiene la empresa quizá podría hacerse hasta con un edificio) y que se descojona ante lo que explica Charlie Rexach, tiene que ser buena gente. ¿Lo habéis oído hablar? No ya en lo futbolístico sino en general. Sobre el porqué vive todavía en un hotel: no le da la gana que por ser entrenador del Barça le suban el precio del alquiler de una casa. En lo meramente deportivo a mí también me gusta. Bien es cierto que hablamos cuando se ha ganado todo pero hay detalles que demuestran que no es esclavo de sistemas a pesar de que haya venido para dar una cierta continuidad. Sale a empatar en Celtic Park porque objetivamente un empate fuera de casa en la liguilla es bueno y no quiere encajar un gol por arriesgar obsesivamente. De repente se encuentra con un gol de ventaja y el equipo rival en inferioridad numérica. ¿Cómo reaccionarán los escoceses? nos preguntamos. ¿Dejarán una defensa de tres para llegar al área rival a base de tocar el balón o por el contrario lanzarán zambombazos al corazón del área a ver si toca la lotería? Ni siquiera voy a contestar pero la respuesta del entrenador ni corto ni perezoso es sacar a Song para ganar centímetros. Si en realidad esto es más sencillo de lo que nos quieren hacer ver. Ah, y el debate que se generó por si se perdió la posesión por un porcentaje indetectable en Vallecas habiendo ganado holgadamente, me parece una auténtica aberración. También se me preguntaba sobre Neymar pero es que eso se contesta viendo cómo juega ese muchacho. Un auténtico festival de cambios de ritmo y caracoleos en cada conducción de balón.