La reacción

Cada vez que se produce una derrota en el mundo del deporte y especialmente en el del fútbol se repiten las mismas expresiones. Los del Espanyol han dicho 14 veces este año que se tienen problemas con los equipos pequeños (ahora ya los tienen con todos) y seguían palmando.
Después de cada descalabro se dice que si hay que estar unidos, que si sienten vergüenza, que si hay que aprender de los errores, etcétera.
El último en proclamar la llegada de la reacción ha sido el ejecutivo Aitor Beguiristain el cual amenaza veladamente con pasar cuentas a final de temporada. Y digo yo que más bien será pasar a cuchillo a la mitad de la plantilla.
¿Alguien cree que habrá reacción o que las jugadas a balón parado las seguiremos defendiendo con escasa concentración y sin despegar los pies del suelo? Y para el que ya quiere una sobredosis de disgustos tiene al Barça de basket por Tierra Santa para enfrentarse al למכבי (Maccabi en hebreo si no he fallado con el copia/pega hecho a ojo).

Y ahora para demostrar que mis teorías aunque absurdas, no caducan, expongo un caso que he conocido esta mañana.
Por lo visto el actor Jordi Díaz se ha engordado, o engordó porque no sé cómo va la serie, 17 kilos para hacer el Cor de la ciutat.
Hace unos años ya critiqué el adelgazamiento del protagonista de El maquinista. Si tienes que poner en peligro tu salud engordando o adelgazando, al menos que sea para ganar un Oscar como el De Niro pero no lo hagas para rodar un bodrio de película o un culebrón. Como muestra de que el maquinista es un truño vale la comprobación de que hay escenas grabadas en el querido barrio de San Cosme. No sé cuántas cámaras volarían.